Dejar tu casa, dejar tu pueblo, dejar tu país. Salir corriendo con lo puesto para intentar poner a tu familia a salvo depositando tus esperanzas en un viaje de miles de kilómetros que te ha de llevar a la nueva tierra prometida, la Europa donde no hay guerras y hay trabajo para todos.

El viejo continente está sufriendo la mayor crisis humanitaria desde la generada en la Segunda Guerra Mundial pero la burocracia y las trabas que están poniendo a la entrada masiva de inmigrantes están dejando en la cuneta a familias desesperadas como la del pequeño Osman, con parálisis cerebral, cuya familia huyó del terror talibán que asola Afganistán. Tras kilómetros de viaje, la familia de Osman tuvo la suerte de cruzarse en el camino de los voluntarios de Bomberos en Acción que lanzaron una alarma por el estado de salud del pequeño. La movilización social consiguió remover conciencias políticas y, gracias a unos salvoconductos expedidos en tiempo récord, se les pudo sacar de allí y ahora han iniciado una nueva vida en la Comunitat Valenciana.

El trabajo sobre el terreno tanto de Bomberos en Acción como de otros voluntarios valencianos anónimos ha sido crucial en este caso y lo sigue siendo para el resto de dramas humanos que se siguen hacinando tras las vallas de la deseada Europa. Levante-EMV ha querido premiar este esfuerzo otorgando a la entidad el premio Importante del mes de marzo que recogió el presidente de la ONG en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Teruel, de manos de Julio Monreal, director del diario.

Monreal recordó que la actualidad es siempre «fugaz» pero que hay noticias como la de Osman que merecen ser revisitadas por su eco social y por la «emoción» que contenía y que se trasladó a la sociedad valenciana. «Vimos claro que teníamos que distinguir este trabajo de los voluntarios que dejan su trabajo y su familia para intentar paliar, al menos en parte, esta desgracia», aseguró en la entrega del galardón que reunió en una misma mesa a los bomberos, a voluntarios valencianos que han estado trabajando también sobre el terreno y a responsables de la administración valenciana y estatal, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, la secretaria autonómica de Transparencia y Cooperación, Zulima Pérez, y el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues.

La entrega del premio contó con un testigo de excepción: Ata Mohamad, el padre del pequeño Osman que ya recibe clases en el Centro de Atención al Refugiado de Mislata junto a su mujer para hacer su integración más fácil. Así, en el acto de entrega también estuvieron presentes el director del CAR, Felipe Perales; Amin Yasin, monitor de integración del centro y que hizo las veces de intérprete de Ata; Manuel Ataret, vicepresidente de Bomberos en Acción y Antonio Cantero, voluntario que estuvo trabajando en Idomeni junto a la ONG. Por parte del diario, acompañaron a Julio Monreal, el director general de Gestión de Editorial Prensa Valenciana, Jaime Abella, y el director general de Contenidos, Cruz Sierra.

Juan Carlos Teruel, presidente autonómico de Bomberos en Acción, recibió agradecido y emocionado el premio recordando que todo lo que hacen, lo hacen «gracias a la comprensión» de sus familias ya que dedican tiempo, esfuerzo y «dinero de nuestro bolsillo» para hacerlo realidad. Teruel puso sobre la mesa lo que se encontraron la primera vez que viajaron a Idomeni y Lesbos, la tragedia humana contra la que luchan y para la que pidieron ayuda tanto a Oltra como a Moragues. «El mar Mediterráneo se está convirtiendo en un mar de tinieblas, más de lo que quisiéramos», recordó Teruel que reconoció que han sido «noticia gracias a la familia de Osman pero allí trabaja mucha gente».

Precisamente, Cantero, otro de los voluntarios valencianos que viajó hasta Idomeni para ofrecer su tiempo y esfuerzo recalcó las palabras de Teruel y explicó que han abierto un registro de casos de urgencia humanitaria, como fue el caso de Osman. «Pensamos que con él se abría una vía de solidaridad que hay que aprovechar, porque hay muchos casos terribles», aseguró. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, recogió el guante que le lanzaron los voluntarios y adelantó que convocaría una reunión conjunta para seguir trabajando en la llegada de refugiados al tiempo que reclamó mayor «celeridad y voluntad» al Gobierno estatal para quitar el tapón que parece haber puesto Europa a la llegada de inmigrantes desde Grecia. Al respecto, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, -que destacó tanto el trabajo de los premiados como el compromiso social de Levante-EMV con este galardón- aseguró que había «muchos más casos como el de Osman» y por ello estaban trabajando aunque la política de cupos para la llegada de refugiados dependía de los países europeos en conjunto y no solo de España como país miembro. «Nos gustaría que este trabajo fuera más rápido», aseguró. Moragues, además, ensalzó el trabajo que se está haciendo en el CAR de Mislata tanto con la familia de Osman como con el resto de refugiados para conseguir su plena integración.

Tanto Oltra como la secretaria autonómica, Zulima Pérez -que han visitado el campo de Idomeni- instaron a Moragues a que el gobierno estatal trabajara de forma «leal» y permitiera adelantar a las comunidades autónomas en esta labor ya que la corriente de solidaridad en la Comunitat Valenciana ha logrado poner a disposición de las administraciones «innumerables recursos».

Ata también intervino para contar la odisea que él y su familia tuvieron que pasar hasta llegar a Idomeni y las secuelas que todavía quedan de ese periplo que para ellos sí ha tenido final feliz. Sus hijos todavía no pueden ver el mar, ese Mediterráneo en el que naufragaron y estuvieron nadando durante tres horas para salvar la vida. Hay muchos Osman todavía.