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Estudio

Medio Ambiente busca hogar para el quebrantahuesos

El Consell firma un acuerdo con el Gobierno para recuperar la emblemática especie en tres áreas potenciales de la Comunitat Valenciana

Medio Ambiente busca hogar para el quebrantahuesos

El quebrantahuesos, una de las aves más amenazadas de la fauna ibérica podría volver en unos años a dominar los cielos del Maestrazgo y del interior de Valencia, de donde desapareció como nidificante en los primeros años del siglo XX.

El convenio, impulsado por la consellera Elena Cebrián, que conoce la problemática de esta especie tras su paso por Parques Naturales, en el Ministerio de Medio Ambiente, permitirá el acceso a ejemplares «buitre barbado», el Gypaetus barbatus, que sobreviven en el Pirineo, y cuyo vuelo majestuoso y su forma de alimentarse„dejando caer desde gran altura los huesos que constituyen su única dieta„ inmortalizó en sus documentales el divulgador Félix Rodríguez de la Fuente.

Un estudio realizado por la Universitat de València en colaboración con la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos avala la viabilidad del proyecto de reintroducción.

«Soy realista y no creo que vaya a ser fácil, aunque en unos años y si se trabaja bien podría ser una gran noticia para nuestro medio ambiente y también para estas comarcas, ya que el quebrantahuesos y en general las aves son también un creciente recurso turístico», manifiesta la consellera.

Según el informe, que ha analizado el potencial de cada zona y los posibles conflictos con otros buitres o el águila real, existen tres áreas potenciales en el Alt Maestrat -Hoces del Guadalope- y las de la Tinença de Benifassà y Penyagolosa, que suman 1.500 kilómetros cuadrados de terreno idóneo donde ya hay asentadas colonias de buitres leonados y alimoches cuya presencia anima al quebrantahuesos a criar.

La dieta del quebrantahuesos se basa en el consumo de los restos óseos de ganados y reses que dejan otros buitres carroñeros, con los que no compite. En contra de una afirmación muy extendida, no es el tuétano del hueso sino el propio hueso la base de su alimento. Si los trozos son muy grandes los deja caer desde mucha altura para que se fragmenten y pueda deglutirlos mejor.

El quebrantahuesos está en peligro de extinción en España, con una población estable en el Pirineo aragonés, que ha servido de base para su reintroducción en la cordillera cantábrica y, más recientemente, en Cazorla. No obstante, persiste la amenaza sobre esta especie que la consellera considera un «símbolo» del equilibrio entre la naturaleza y el mundo rural, con el que convivió durante centenares de años realizando la «limpieza» de los restos de animales muertos de granjas y ganados.

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