Con bermudas y chanclas y un aspecto desaliñado. Así declaró ayer ante el juez del caso Emarsa Jorge Ignacio Roca Samper, el empresario encarcelado y considerado cerebro del saqueo de los fondos públicos de la depuradora de Pinedo a través de los sobrecostes en la extracción de lodos. Roca, que había aplazado su declaración en varias ocasiones, decidió hablar durante unas cinco horas y declaró que formó parte de una trama fraudulenta para desviar más de 11 millones de euros gracias a los sobrecostes en el precio que cobraba por el tratamiento de los fangos de la planta entre 2004 y 2009.

El empresario encarcelado aseguró que parte del dinero desviado de manera fraudulenta a sus empresas se repartió en comisiones a dirigentes de Emarsa y de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), según explicaron fuentes jurídicas. ¿Cómo se hizo? Pues a través de un procedimiento que ya se ha acreditado durante la instrucción. El reparto de tarjetas de crédito y contraseñas que supuestamente utilizaban estos representantes para sacar el dinero público para su disfrute personal. Según los investigadores, unos 450.000 euros a través de este método.

Roca explicó en su declaración de ayer, según las mismas fuentes, que repartió 18 tarjetas de crédito vinculadas a sus empresas fraudulentas. 16 fueron a parar a Valencia y, según el empresario, se las entregó al expresidente de Emarsa, Enrique Crespo; al exdirector financiero, Enrique Arnal, y a los altos cargos de la Epsar, José Juan Morenilla e Ignacio Bernácer. También al exgerente de Emarsa, Esteban Cuesta. Roca, apuntó también que conoció a Crespo y Morenilla en un restaurante.

Crespo y Morenilla negaron ayer estas acusaciones. El expresidente de Emarsa aseguró que no ha visto nunca a Roca y que se reserva las medidas legales correspondientes contra el empresario. Por su parte, Morenilla también defendió que no recibió ningún pago de comisiones por parte de la trama de los lodos. «Toda la acusación contra mi persona en el caso Emarsa se ha construido basada en el testimonio falso de cuatro delincuentes confesos, Esteban Cuesta, Enrique Arnal, Sebastián García Martínez (exinformático de Emarsa) y ahora Roca, que son los que han robado el dinero, no lo han devuelto y cuando están acorralados por la Justicia pretenden hacer creer que se lo han entregado a otras personas sin aportar una sola prueba», alegó Morenilla.

Roca, en su interrogatorio en el que no aceptó preguntas de las partes, afirmó que repartía entre 1 y 3 euros por tonelada extraída a cada uno de los que entregó tarjeta de crédito. Siempre según su participación. Cabe recordar que en la instrucción el juez asegura que el coste del tratamiento de lodos era de 18 euros por tonelada pero la empresa pública Emarsa pagó 42. De esos sobrecostes es de donde saldrían las comisiones.

Pero no todo el saqueo se habría desviado a través de tarjetas. Roca declaró que hasta 2008 pagó las comisiones en efectivo, en 2008 con tarjetas y en 2009 y 2010 otra vez en metálico. Era el empresario José Luis Sena su enlace con los directivos de Emarsa y la Epsar. El que entregaba las tarjetas que estaban limitadas a 600 euros cada extracción, alegó el empresario.

Roca está encarcelado en Picassent desde abril de este año. Fue detenido hace un año en Moldavia después de estar fugado desde el año 2010. El empresario tenía que haber declarado el pasado día 2 de junio pero aplazó el interrogatorio al pedir que le visitara un forense para que acredite su drogadicción. El día 6 de junio tampoco testificó y fue ayer cuando lo hizo, tras haberse negado varias veces desde que fue extraditado.