No hay refugiados de primera y de segunda. La mirada está puesta en las miles de personas a las que España se comprometió a acoger en los programas de reubicación (más de 16.000, de las que han llegado 124 personas) y reasentamiento (1.449 de las que no ha llegado ninguna) por la mayor crisis humanitaria en Europa tras la II Guerra Mundial, pero cada día llegan refugiados. Cada día, entidades como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) tramitan solicitudes de asilo para personas que han pagado cantidades astronómicas a las mafias para poder salvar sus vidas. Si pudieran se hubieran quedado en su tierra. Pero no pueden. Morir o huir.

CEAR presentó ayer su memoria anual con datos de 2015 que, por primera vez en 14 años, no les ha proporcionado el Ministerio del Interior. Desde Valencia, el coordinador de CEAR, Jaume Durà, lamentó la ausencia de rutas seguras para solicitar asilo ya que la única vía es llegar hasta el país tras atravesar un calvario, previo pago a las mafias. No hay alternativa.

España recibió en 2015 cerca de 14.881 solicitudes de asilo, la cifra más alta jamás registrada y muy superior a las 6.000 que se registraron el año anterior. Aún así, solo supone el 1% de las que se registraron en el Unión Europea. ¿Sus lugares de procedencia? Siria (5.724), Ucrania (3.420) y Palestina (809).

Cuando, en el mejor de los casos, la persona o la familia consigue tramitar su petición de solicitud de asilo deberá esperar años a que se resuelva. En 2015 aumentó el número de peticiones, pero, sin embargo, se redujo a 1.020 las resoluciones favorables para algún tipo de protección internacional -se tramitaron 3.240- frente a las 1.583 de 2014. Así, las resoluciones favorables en España solo llegaron al 31%. El año anterior, el porcentaje fue del 44%.

Jaume Durà, ha explicado, negro sobre blanco, las peticiones concretas de CEAR para el nuevo gobierno que se conforme tras las elecciones:

- La retirada del acuerdo de España entre la UE y Turquía

- La acogida de forma inmediata en España de las personas refugiadas que se encuentran en Grecia e Italia.

- La puesta en marcha de vías legales y seguras para acceder al procedimiento de asilo

- La eliminación de los obstáculos para el acceso al derecho de asilo.

- La transposición inmediata de las directivas europeas en materia de asilo y la aprobación urgente del reglamento que desarrolle la Ley de Asilo, pendiente desde hace casi 7 años.