Aquel mediodía del 3 de julio de 2006, José Luis Ogando Sánchez, por entonces voluntario de Protección Civil en Tavernes Blanques, estaba fumándose un cigarro a las puertas de la Jefatura Provincial de Tráfico de Valencia cuando vio llegar un camión de bomberos y un SAMU. «Conocía a Eduardo, el médico que iba en el SAMU, le pregunté qué pasaba y me dijo: 'coge esos sueros y esas vías y para abajo'», rememoraba ayer en declaraciones a Levante-EMV. José Luis fue uno de los primeros que entró en la estación de Jesús tras el accidente del metro que costó la vida a 43 personas y heridas a otras 47.

«Me alegré mucho cuando el otro día (el pasado lunes) oí la declaración de la doctora Carolina Ligorit, porque por fin alguien contaba lo que yo había visto „explica„. Y hoy (por ayer) me he cabreado cuando he leído que los bomberos se mantienen en sus trece. No sé porque lo hacen. Yo estuve con la doctora y también vi que había dos cuerpos dentro de la cabina del metro, el de la maquinista y la interventora, los dos con un golpe en la cabeza. No lo voy a olvidar nunca». Ogando conversó ayer por teléfono con la doctora Ligorit. No habían vuelto a hablar desde aquel trágico día. «Me ha dicho que sí se acordaba de mí y se ha puesto a llorar», explica.

Al igual que declaró la médico del SAMU en la comisión de investigación del accidente de metro en las Corts, este voluntario de Protección Civil nunca ha contado lo que vio aquel día «porque nadie me ha preguntado, ni a mí ni a muchos de los que estuvieron allí. Y saben que estuve porque me invitaron a un homenaje. Ahora estoy dispuesto a declarar donde haga falta».

José Luis, que dirige una gestoría en Valencia, se encontraba el 3 de julio de 2006 en Tráfico haciendo unos trámites. «Cuando estaba bajando con Eduardo con unas linternas vi subir por la escalera a un policía que llevaba a una niña en brazos. Le ayudé a llevarla al SAMU y volví a bajar, estaba vez con Carolina. Me fijé que estaba embarazada, iba con una barriga de siete meses. Le dije que era muy valiente por estar allí en ese estado y me dijo: 'es nuestro trabajo'».

José Luis recuerda que, una vez en el andén, Ligorit empezó a hacer el tríaje «y en ese momento se encienden las luces de emergencia, nos acercamos a la cabina y vemos los dos cuerpos con el cráneo aplastado y ella le dice a los bomberos: 'dejadlos, que no hay nada que hacer. Sigamos'. Recuerdo además que se lo dijo dos veces». «Nunca se me va a olvidar», repite.

«Necesito más vías»

José Luis calcula que permaneció en la estación de Jesús alrededor de quince minutos ayudando a los médicos (además de voluntario de Protección Civil, es técnico sanitario) y se fue cuando ya habían evacuado a todos los heridos. «Cuando la doctora les dijo a los bomberos que no se preocuparan por los cuerpos de la cabina, estos empezaron a romper las ventanas de los vagones y a sacar heridos. Eduardo se puso a entubar a una señora y me dijo: 'necesito más vías'. Yo se las pedí a Carolina». Asegura que durante aquellos quince minutos no vio a nadie sacando los cuerpos del maquinista o la interventora del interior de la cabina del convoy, ni los vio en la playa de vías donde se unían la Línea 1 y el de la Línea 5, punto en el que el informe del servicio de bomberos situa a «todos los fallecidos y heridos más graves que el tren fue expulsando».

De esta forma, el testimonio de José Luis refrenda el que ofreció en la comisión del lunes la doctora Ligorit, perteneciente al equipo médico Alfa 7, el segundo en acudir a la estación de Jesús donde acababan de descarrilar dos trenes; y contradice al de los tres primeros bomberos que accedieron al tren volcado. La médica también aseguró en la comisión que avisó a los dos bomberos de que las dos personas estaban fallecidas y que debían seguir buscando para encontrar más heridos. «Pero me dijeron que tenían órdenes de sus superiores de sacar los cuerpos».

Nadie más en la cabina

En cambio, los bomberos niegan que encontraran en la cabina del convoy los cuerpos del maquinista y de la interventora, e insisten en ratificar su versión de los acontecimientos tal como aparece en el informe realizado los días 3 y 4 de julio y aportado a la comisión. Allí se explica que los tres primeros bomberos en acceder al tren desde la estación fueron «retrocediendo por dentro de la unidad hasta que llegan a la cabina del maquinista y allí se encuentran a tres personas adultas en bastante buen estado y una niña con heridas graves». No se cita en ningún momento el hallazgo de dos cuerpos. José Luis, en cambio, asegura que en la cabina sólo estaban los cuerpos del maquinista y la interventora.