A la espera de poder realizar un examen de campo más a fondo en el lugar una vez extinguido por completo el incendio, las primeras hipótesis apuntan que el fuego que todavía sigue activo en la zona de Carcaixent se originó en un chalé de la urbanización Montecampo. La Guardia Civil deberá dilucidar si se trató de un incendio accidental o intencionado. Algunas fuentes consultadas por este periódico indicaron que aunque había varios focos de fuego en distintos puntos desde la Font de la Parra hasta la Barraca d’Aigües Vives, éstos podrían haber sido causados por el propio viento que sopló el pasado jueves, que arrastró de un lugar a otro piñas en llamas a gran distancia.

Bomberos del Consorcio Provincial, miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y brigadistas forestales seguían ayer trabajando sin descanso en la zona para evitar nuevos rebrotes del fuego. Mientras que unas 400 personas de tres urbanizaciones seguían desalojadas.

En la Colonia Santa Marina varios vecinos optaron, antes de abandonar sus casas, por meter las bombonas de gas butano dentro de la piscina para evitar que fruto de las altas temperaturas alcanzadas por el fuego se produjeran explosiones dentro de las viviendas.

En esta montaña se cuenta con un sistema de cañones de agua que actua de apaga fuegos con surtidores en distintos puntos a lo largo de la ladera. No obstante, al ser los tubos de canalización de PVC, éstos se derritieron por el calor y el sistema no llegó a ser eficaz al cien por cien. Lamentablemente, este medio que sería fundamental para evitar incendios como el de Carcaixent, no usa canalizaciones de cobre, que resistirían el calor, porque temor a los robos.