«Los Derechos Humanos no se negocian; ningún ser humano es ilegal» es uno de los lemas que más se corearon ayer tarde en la manifestación que reclamaba que la Unión Europea cumpla y respete los derechos de las personas refugiadas. Más de 600 personas se manifestaron en Valencia, en una marcha convocada por 82 organizaciones sociales, sindicatos, ONG y plataformas civiles bajo el lema #RefugiperDret.

El manifiesto criticaba duramente las políticas europeas de migración y asilo, así como el pacto de la Unión Europea con Turquía, que tildaron de «vergonzoso e ilegal» ya que consideran que este no es un país seguro para los refugiados, quienes con este acuerdo se han convertido en «moneda de cambio», según apuntó ayer Jaume Durà, portavoz de los convocantes de la marcha. Durà recordaba que hay más de 60 millones de personas que han tenido que desplazarse forzosamente en el mundo. «Lo que nos queda es salir a la calle porque los Derechos Humanos y el derecho al asilo se están vulnerando; queremos que el refugio esté constituido por derecho, de manera que nadie pueda vulnerarlo», defendió.

"La mayor fosa común del mundo"

Las entidades afirman que el mar Mediterráneo se ha convertido en "la mayor fosa común del mundo". "Miles de personas están muriendo en el Mediterráneo y no lo podemos tolerar. Estas muertes son evitables", se lamentaba Jaume Durà, al tiempo que pedía "vías legales y seguras" para que las personas que están en campos de refugiados o en tránsito "puedan llegar a nuestros países sin tener que jugarse la vida ni caer en manos de las mafias". "Se puede articular un sistema perfectamente viable para que las personas refugiadas puedan llegar en condiciones de dignidad y seguridad", aseguró.

La manera sería evitar que los refugiados deban llegar a Europa para pedir asilo. "Mañana mismo se podría permitir solicitar protección internacional en misiones diplomáticas, consulados, embajadas... las entidades especializadas ya tenemos nuestros dispositivos y podríamos ampliarlos", explicó Durà, y añadió que "tendríamos que poner en marcha ya operaciones de rescate, reasentamiento, reubicación...". Que esto ya no esté ocurriendo es por "una falta de voluntad política", según los manifestantes. "Si hubiera, también habrían recursos y medidas", consideraron.

Algunos participantes en la marcha llevaban maletas y otros pancartas en las que se leía "Vergüenza", "no seremos cómplices" o "no hace falta estar ahí para estar a su lado". También había mensajes contra los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) o "contra la intolerancia y el racismo". Según Durà, también hay que trabajar para "evitar los mensajes xenófobos".

Los manifestantes, que pidieron "un mundo sin muros" y también criticaron la Ley de Extranjería, recorrieron las calles Colón -donde pararon ante la sede de la Delegación del Gobierno- y Xàtiva, y llegaron hasta la plaza del Ayuntamiento.

En el manifiesto se pedía a la Unión Europea y a España respetar el Derecho Internacional Humanitario -del que forman parte varias cartas, normas y leyes que reconocen los derechos de los refugiados-; habilitar vías legales y seguras para que los desplazados puedan llegar; retirar el acuerdo con Turquía; agilizar la acogida y que las políticas en esta materia sean comunes en todos los países europeos; y combatir los discursos racistas, entre otras medidas.

Hoy, más ciudades españoles también se manifiestan con motivo del Día Mundial de los Refugiados. Además de Castelló (18.30 horas, Plaça Major), también saldrán a las calles en Bilbao, Cáceres, Cádiz, Córdoba, Madrid, Girona, Las Palmas de Gran Canaria, Logroño, Lugo, Málaga, Melilla, Ourense, Palma, Salamanca, Sevilla, Teruel, Valladolid, Zamora y Zaragoza, entre otras.