Los alcaldes de los municipios afectados por los grandes incendios de la pasada semana, que arrasaron unas 4.000 hectáreas, se reúnen hoy en Carcaixent con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián. Todos los alcaldes coinciden en solicitar medios para la limpieza y recuperación de los terrenos arrasados por el fuego, así como ayuda en materia de prevención.

Los ediles de la Ribera, donde se investiga una posible negligencia como origen del incendio, según el delegado del Gobierno Juan Carlos Moragues, reivindican también actuaciones ante las posibles inundaciones que se pueden ver agravadas por la falta de vegetación tras el paso de las llamas.

El alcalde de Carcaixent, Paco Salom, destaca que «las promesas se tienen que convertir en actuaciones concretas». «Una gran parte del monte y la vegetación está en manos privadas, así que tendremos que juntar fuerzas los propietarios, los ayuntamientos, la diputación y el gobierno autonómico en las labores tanto de prevención de futuros incendios como en las tareas de replantación», comenta Salom.

«Si no se actúa de manera preventiva, con la estación de las lluvias los barrancos se desborden y nos encontremos ante el riesgo de sufrir inundaciones», añade . El edil aboga por la creación de «diques a base de troncos que contengan y frenen el flujo de las precipitaciones», sentencia.

La alcaldesa de La Barraca de Aguas Vivas, Verónica Almunia, incide en esta misma línea y pide que «no se olviden de la entidad local menor».

Compensaciones

El alcalde de Sumacàrcer, Txema Peláez, destaca la importancia de actuar en la reparación de daños: «Una de nuestras principales preocupaciones es que los propietarios de los terrenos afectados sean recompensados; se ha perdido terreno agrícola que para ellos y para nosotros es de vital importancia», explica Peláez. Además, el primer edil hace especial hincapié en la gestión sostenible del medio ambiente: «Hay trabajar en los bosques de una manera sostenible y preocuparnos por su estado de abandono, al igual que encargarnos de la limpieza de los barrancos», comenta.

Declaración de zona catastrófica

El alcalde de Alzira, Diego Gómez, reivindicó la declaración zona catastrófica el lugar devastado por el incendio. «Vamos a exigir la limpieza de los ríos y barrancos: son un grave peligro», expone Pilar Sarrión, alcaldesa de Anna, que recuerda cómo las llamas se originaron en un cañar.

La proliferación de esta especie invasora preocupa a las autoridades municipales. «Vamos a pedir ayudas para que limpien el río. Llevamos mucho tiempo peleando para que vengan las brigadas», indica José Enrique Talón, alcalde de Chella. «No pedimos que nos autoricen la limpieza, sino que lo limpien», incide Pilar Sarrión, que también detecta zonas de pinos donde son necesarias tareas de prevención. La alcaldesa apunta que en Anna hay áreas junto al río que llevan sin limpiar al menos siete años. «Desde entonces han sido todo recortes», lamenta.

En Chella, el alcalde advierte de que el fuego ha destrozado infraestructuras de goteo y conducciones de agua potable «que valen mucho dinero». Tanto Talón como Sarrión piden a la Conselleria de Medio Ambiente «un plan que permita reforestar la superficie del incendio cuanto antes, dado el impacto que tienen las áreas calcinadas en el turismo rural.

Por su parte, el PP de Enguera ha solicitado la convocatoria de un pleno extraordinario y urgente para emplazar a la Conselleria de Medio Ambiente a que se retomen las actuaciones de extracción de biomasa paralizadas hace unos meses en la sierra. Finalmente, Antoni Sanfrancisco, el alcalde de Benifairó de les Valls, donde ardieron casi 40 hectáreas, reivindicará hoy recuperar el camino de acceso al paraje incendiado y un incremento de la vigilancia preventiva.

Ayer, cinco aeronaves, cuatro unidades de bomberos y tres autobombas intervinieron para controlar el incendio desatado en Callosa de Sarriá, que a última hora permanecía estable y sin llama.