Se llama Ashraf, tiene 25 años y le faltaban un par para terminar su carrera de ingeniería en Siria «centrada en la energía solar». Salió hace más de seis meses de su casa huyendo de la guerra en su país y, tras «100 días exactos» varado en los campos de refugiados de Grecia, por fin está a España. Ashraf es uno de los 11 refugiados sirios que ayer llegaron a la Comunitat Valenciana, los primeros del programa europeo de reubicación que está llevando adelante el Gobierno en coordinación con la Unión Europea.

Después de tantos días de lo que parecía un viaje a ninguna parte, Ashraf se encontraba «muy cansado» y todavía necesitaba tiempo para ubicarse. Su familia, según aseguró, se había quedado en Siria, salvo «un hermano que está en Alemania». «Espero que estén bien», afirma lacónico. Parco en palabras, solo desea «que acabe esta guerra, que acabe el derramamiento de sangre».

Llegó junto a las otras diez personas reubicadas (un matrimonio con seis hijos y otros dos hombres) al Centro de Atención al Refugiado (CAR) de Mislata donde recibirá ayuda del Gobierno español para pedir asilo político en el país y poder formarse o reorientarse profesionalmente. Para ello cuentan con alojamiento y manutención garantizada y asistencia sanitaria, además de apoyo jurídico, psicológico y social.

A partir de hoy, el trabajo de los profesionales del CAR consistirá en atenderlos y ayudarles con los trámites de solicitud de asilo político. Lo primero ayer por la tarde fue darles la bienvenida y mostrarles sus habitaciones y el resto del centro y las rutinas que seguirán en el tiempo que pasen allí.

37 personas más

El contingente de once personas que desde anoche duermen en Mislata forma parte de los 37 refugiados, todos ellos sirios -excepto un iraquí- que llegaron ayer a España procedentes de Grecia, en el marco del programa comunitario de reubicación para hacer frente a las consecuencias de la guerra en Siria.

Los 37 refugiados -13 hombres, 7 mujeres y 17 menores- desembarcaron en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas a mediodía, según una nota del Ministerio del Interior. Desde allí fueron distribuidos a sus nuevos centros de acogida en Guadalajara (dos), Barcelona (cuatro), Madrid (siete), Vizcaya (seis), Valencia (once) y Asturias (siete).

Tanto Ashraf como el resto de refugiados de este primer contingente compartirán espacio como Atta Mohammad y el pequeño con parálisis cerebral Osman. Su caso fue una excepción. Llegaron por vía urgente a Valencia por una reclamación de Bomberos en Acción apelando a razones humanitarias debido al débil estado de salud que presentaba el pequeño en el campo de refugiados de Idomeni. Tras un mes en Valencia se recupera a buen ritmo.

Ayer noche, sin embargo, el CAR de Mislata recibía, esta vez sí, a los primeros refugiados del programa europeo de reubicación criticado por organizaciones no gubernamentales por la lentitud en facilitar la llegada a las miles de personas que esperan en Turquía y en la frontera de Grecia una oportunidad para asentarse en Europa.

Según el acuerdo alcanzado por el Consejo Europeo en septiembre de 2015, España se comprometió a acoger entre 2016 y 2017 a 15.888 refugiados de los campamentos de Italia y Grecia y a 1.449 de países vecinos de Siria. A finales del año pasado llegaron 18. Nueve meses después son 171 personas.