El juzgado de Instrucción número 18 de Valencia ha decidido inadmitir las denuncias presentadas por dos entidades contra el cardenal arzobispo Antonio Cañizares sobre refugiados, el «imperio gay» y la ideología de género al considerar que no suponen una «incitación pública a la violencia o al odio» o una «incitación, promoción o fomento, directa o indirecta, al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo» y están amparadas por la libertad de expresión. Así figura en un primer auto, de fecha 9 de junio, en el que inadmite la denuncia presentada contra el purpurado por la Red Española de Inmigración, que ya ha presentado recurso contra esa resolución. En otro auto, de 22 de junio, sigue el mismo procedimiento respecto a las diligencias remitidas por la Fiscalía, a raíz de una denuncia de Lambda, colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de la Comunitat. En este caso, al tratarse de los mismos hechos ya valorados, une las diligencias de Fiscalía.

Tras conocerse la inadmisión, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, expresó su «cercanía y apoyo» al cardenal arzobispo de Valencia y ha pedido «libertad» para predicar el Evangelio.