En un plazo de dos años, Reino Unido gravará las bebidas azucaradas con el objetivo de combatir la obesidad. Este nuevo impuesto, con el que el Estado pretende recaudar unos 662 millones de euros que invertirá en deporte escolar, divide las bebidas entre las que contienen 5 g de azúcar por cada 100 ml, y las que contienen 8g en 100 ml. Con esto, pretenden obligar a las empresas a cambiar las fórmulas o que

un hipotético aumento de precios disminuya las ventas. efe londres