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Inquietud entre los investigadores

Eduardo Oliver: "La ciencia no entiende de fronteras ni de colores políticos"

El presidente de la sociedad de científicos españoles en Reino Unido asegura que continuarán «fomentando las relaciones internacionales, quizás ahora más que nunca»

Eduardo Oliver, en el laboratorio de medicina experimental del Imperial College en el que trabaja. ceru

Tan solo unas horas después de conocerse los resultados del referéndum, la sociedad de Científicos Españoles en Reino Unido (CERU) envió un comunicado en el que remarcaban la importancia de mantener las colaboraciones e investigaciones científicas en marcha. El presidente de la sociedad, el valenciano Eduardo Oliver, natural de Burjassot y afincado en Londres, asegura que es el momento de que los científicos se pongan «en pie» y afirma que la ciencia europea está «de luto por el ´brexit´». Su intención, seguir fomentando las relaciones entre ambos países.

Ante todo, ¿ha sorprendido el resultado en Reino Unido? ¿Realmente se esperaba?

Para nosotros ha sido mucha sorpresa porque vivimos como en una burbuja. Londres es una ciudad diferente, muy cosmopolita, en la que los inmigrantes estamos muy bien acogidos. También hay mucha gente joven y la mayoría ha votado a favor de quedarse en la Unión Europea. Y además, en mi entorno -la mayoría extranjeros y científicos-, el 90 % querían «sí». Ha sorprendido muchísimo, incluso a los propios ingleses, que estaban decepcionados y algunos, incluso, avergonzados.

Antes de la votación, muchos científicos de referencia habían apoyado el «remain» .

Sí, 14 premios Nobel o gente como Stephen Hawking apoyaban el «sí». Entre los premios Nobel están el expresidente de la Royal Society y el actual presidente, que son toda una institución en Reino Unido; no se hace nada sin consultarles; son muy respetados... Las grandes ciudades, el entorno de la ciencia y la universidad son muy diferentes a la periferia, donde ha salido el «brexit».

Durante la campaña se dieron muchos argumentos, tanto a favor como en contra de permanecer en la Unión Europea. ¿La ciencia estuvo presente?

En general, la sociedad inglesa le da un poco más de importancia a la ciencia si lo comparas con la española. Sale un poco más en los debates, pero tampoco ha tenido demasiada presencia. Por ejemplo, grandes periódicos sí publicaron columnas de opinión, entrevistas a científicos... El sector científico se movilizó, los grandes científicos alzaron la voz para decir «ojo, que esto puede ser un problema».

Ha criticado que han faltado «datos objetivos» en la campaña.

Sí, creo que deberían haberse dado datos más objetivos. Muchas veces los políticos tienden a tirar de sentimientos, y ahí es donde han ido. Me hubiera gustado escuchar datos reales, como por ejemplo, cuánto dinero se recibe de la Unión Europea (UE). Se da la paradoja de que las zonas rurales en las que ha salido el «brexit» son las más beneficiadas por las ayudas europeas para infraestructuras y desarrollo de las áreas rurales, y esto muchos no lo sabrán. También se ha acusado los inmigrantes de, por un lado, quitar las ayudas y, por el otro, el trabajo, y las dos cosas no pueden ser, porque si trabajas no cobras ayudas.

Todavía es pronto y el proceso será largo, pero los científicos sí auguran consecuencias negativas. ¿Cómo puede cambiar la situación?

No se sabrá hasta que se firmen los tratados, pero está claro que Reino Unido no va a participar en el mismo grado en el que lo está haciendo ahora. Todo va a depender de cómo se negocien esos tratados para que el país continue participando en las investigaciones. Espero y pido que a nivel de la ciencia, el I+D se mantenga. De la investigación no solo se benefician Reino Unido y los países miembros de la UE, sino toda la humanidad; son proyectos que generan muchos avances al conocimiento y benefician a los ciudadanos del mundo entero. Pedimos que tanto Reino Unido como la UE se entiendan para mantener estas colaboraciones que tantos éxitos han dado y que esperamos que sigan dando.

Está claro que Reino Unido -que es el principal receptor de los programas de becas y proyectos del Consejo Europeo de Investigación-, por muchos tratados que se firmen y colaboraciones se mantengan, algo perderá.

Muchos científicos extranjeros hasta ahora veían a Reino Unido como un país atractivo en el que instalarse, ¿qué pasará con ellos?

No creo que vaya a pasar nada con los que estamos aquí. Las universidades se han puesto en contacto con sus empleados diciéndoles que no va a cambiar nada en el status de los europeos por lo menos en los próximos dos años. Y si cambiara, harán que los investigadores tengan facilidades y, sobre todo, se queden.

Por otro lado, es verdad que por pocos cambios que haya, supondrán una traba más que dificulte la libertad de movimiento. Dependerá si hay acuerdos con la UE o unilaterales con cada país. En cualquier caso, más burocracia puede tirar para atrás.

Respecto a los fondos de investigación, también dependerá de los acuerdos. Si todo sigue como ahora y cambia poco, el impacto será menor; si cambia radicalmente habrá muchos otros investigadores que irán a otro país.

Usted ya ha augurado que habrá un recorte de los presupuestos que se destinará a investigación.

Según los economistas, con el desplome de la libra y si la economía entra en recesión, el gobierno tendrá que decidir donde hace el recorte. El riesgo de que sean en investigación, existe, y se sumaría a la falta de acceso a fondos europeos. Todo es incertidumbre.

¿Qué papel va a tener la sociedad CERU a partir de ahora?

Como asociación tenemos un objetivo claro que es el de fomentar las relaciones internacionales entre Reino Unido y España y eso, dentro o fuera del marco europeo, lo vamos a seguir haciendo. Quizás ahora más que nunca. Eso beneficia a ambos países y a la población. Vamos a seguir trabajando y creemos que la ciencia debe permanecer unida.

Si las cosas cambian, fomentaremos otro tipo de intercambios. Tenemos dos años para seguir en la actual línea, y veremos hacia dónde deriva este asunto. Hay voces que dicen que ahora «hay que ponérselo difícil a Reino Unido para que no haya un efecto contagio». En ciencia tenemos que pasar de esto, la ciencia no entiende ni de fronteras ni de colores políticos, tenemos que reclamar. Se debería intentar que todo permaneciera como está ahora.

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