El Grupo de Investigación TXP de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Castelló ha realizado un estudio sobre la detección del consumo de nuevas drogas y ha encontrado, entre ellas, el uso por primera vez en España de dietilmorfina o «krokodil», una sustancia que puede provocar consecuencias físicas en el sistema vascular, como abscesos, flebitis, tromboflebitis, hemorragias o úlceras, entre otras, asi como daños en músculos y otros tejidos blandos, además de en los huesos, con una rápida necrosis y gangrena.

El equipo investigador, liderado por el doctor Gonzalo Haro, junto con Abel Baquero, psicólogo de la Fundación Proyecto Amigo de Castellón, ha publicado este primer caso documentado científicamente de consumo de «krokodil» en España en el último número de la revista Adicciones.

Según destaca el profesor de la CEU-UCH Gonzalo Haro en un comunicado, «aunque el inicio del consumo de «krokodil» se situó inicialmente lejos de España, en Rusia, Ucrania y Georgia, la identificación de este caso en Castellón permite alertar a los profesionales sanitarios y terapeutas dedicados a la atención de la población drogodependiente en España sobre su detección, diagnóstico y tratamiento». El fácil acceso a esta sustancia adictiva, manufacturada por el propio consumidor en la mayoría de ocasiones, es un factor «determinante» que eleva la alarma social y mediática en relación con el consumo de «krokodil», según los investigadores. La manifestación inicial de sus efectos se produce a los pocos días y comprende neumonía, meningitis, periodontitis y osteomielitis.