Escuelas Católicas de la Comunitat Valenciana (Escacv), patronal que agrupa a 300 colegios concertados diocesanos y de congregaciones religiosas que escolarizan a 167.000 alumnos, ha acordado vincular la permanencia de sus centros de enseñanza en el banco de libros de texto creado por la Conselleria de Educación a la existencia de «garantías de pago». Reclaman seguridad en el cobro de la dotación económica necesaria para renovar o reponer los manuales en préstamo, así como del cheque-libro de 160 euros quer recibirá cada alumno de 1.º y 2.º de Primaria para comprar libros nuevos, pues al trabajar con materiales manipulables (recortables, rellenables...) no se pueden reutilizar.

El acuerdo se tomó en la tarde del martes en una asamblea a la que asistieron 250 titulares y administradores de los colegios de Escacv en Castelló y Valencia. No obstante, la decisión final de continuar o salir del banco de intercambio de manuales escolares creado por Educación dentro del plan de gratuidad de textos educativos XarxaLlibres la deberá tomar la titularidad de cada colegio, destacan fuentes de la patronal católica.

La presidenta de Escacv, Manoli Nieto, resume la postura común acordada por todos los centros: «Vamos a entrar en XarxaLlibres, de hecho la gran mayoría de colegios ya estamos recogiendo los libros, porque nuestras familias tienen el mismo derecho que el resto a cobrar el segundo plazo de 100 euros de la ayuda y los niños de primero y segundo a recibir el cheque-libro».

«Un callejón sin salida»

«Nosotros „prosigue„ todo lo que sea para beneficiar a los padres estamos dispuesto a hacerlo, pero lo que no queremos es meternos en un callejón sin salida sin tener claro realmente lo que hay que hacer». El gran interrogrante que atemoriza a los colegios concertados es, recalca Nieto, «¿Cómo vamos a repartir los libros si nos faltan lotes o están incompletos? ¿Quién va a pagar los libros que faltan?».

Para completar los manuales que no han devuelto las familias o están inservibles, Educación ha fijado una tasa de reposición de hasta el 10 % del alumnado participante y de un coste medio del valor del lote completo de 175 euros por niño. En ESO, donde hay que cambiar todos los libros de 2.º y 4.º al entrar en vigor la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), la tasa de reposición y renovación es del 15 % del total de estudiantes con un coste medio por lote de 278 euros.

El problema radica en que la conselleria no ha publicado la convocatoria de la dotación económica del banco de libros, «por lo que no sabemos ni cuánto, ni cómo, ni cuándo va a llegar ese dinero», lamenta la secretaria autonómica de Escacv, Vicenta Rodríguez.

Sólo para el cheque-libro, al que tendrán derecho más de 102.000 niños, el Consell tendrá que destinar 16,4 millones de euros. Rodríguez asegura que para un centro concertado de dos líneas «esto se traduce en 9.000 euros, o en 20.000 si tiene cuatro, algo que es inasumible para cualquier colegio».

«No podemos empeñarnos en más cosas financiando a la conselleria, que ya nos debe cuatro meses de las becas de comedor, un trimestre de gastos de funcionamiento y medio año del Bono Infantil», advierte Rodríguez.

Explica que si no hay garantías de pago los colegios católicos no pedirán la subvención para reposición y renovación de manuales. Esto supondrá abandonar el banco de libros del Consell y que cada colegio pase a gestionar directamente el préstamo de libros «a las familias que lo necesitan», concluye Nieto.