El juzgado de instrucción 18 de Valencia ha admitido a trámite los recursos de apelación presentados por la Red Española de Inmigración y el colectivo Lambda referidos a las palabras del arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, sobre los refugiados, el "imperio gay" y la ideología de género.

El juzgado inadmitió a principios de junio las denuncias de ambas entidades contra Cañizares por esas declaraciones, al entender que estaban amparadas por la libertad de expresión, si bien en una providencia dictada ayer ha admitido el recurso de apelación que ambos colectivos presentaron contra esa no admisión a trámite.

Fuentes de la Red Española de Inmigración han explicado en un comunicado que la admisión a trámite de los recursos "reabre el proceso y deja clara la solidez de los mismos, puesto que el propio Cañizares se ha tenido que personar en la causa", en un intento de "plantear una batalla jurídica de recursos confrontados".

Después de que el magistrado haya admitido a trámite al recurso, será la Audiencia Provincial la que decida si sigue adelante con la causa, según las mismas fuentes.

Los dos colectivos alegaron que las palabras de Cañizares "incitan al odio", ya que no tenía "envaro alguno en demonizar (valga este término religioso) a los inmigrantes, refugiados, colectivo LGTB y promover la desobediencia a la normativa estatal sobre igualdad de género".

La entidad que defiende los derechos humanos de los inmigrantes señalaba también en su recurso que, "desde su posición de privilegio", Cañizares incitaba a "actuar de forma homófoba, contra los refugiados e incluso, a incumplir la ley".

El letrado de la Red Española de Inmigración se manifestó en contra de la inadmisión de la denuncia aludiendo a jurisprudencia del Tribunal Constitucional y al Código Penal, que en el artículo 510.1 a "no solo prohíbe el fomento del discurso del odio de forma directa, sino también indirecta, como en el caso que nos ocupa".

Este colectivo ha recordado que, en diferentes declaraciones, Cañizares cuestionó que los refugiados que llegan a Europa fueran "trigo limpio" y lamentó que en los últimos años ha habido "una importante escalada contra la familia por parte de dirigentes políticos, ayudados por otros poderes como el 'imperio gay' y ciertas ideologías feministas".