Rubén Alfaro (Elda, 1979) es un «político» orgulloso de su condición y como tal se presenta en su página de Facebook. Su experiencia y la de los municipios en la gestión del Medio Ambiente es el objeto de la conferencia que impartirá mañana martes en el Hotel The Westin Valencia dentro del ciclo «Nuevos modelos de gestión del Medio Ambiente», que organiza el Club Mercantil Diario Levante y FCC.
Piensa global, pero actúa localmente. ¿Cree realmente que los municipios han encontrado su sitio en la protección del Medio Ambiente?
Está claro que los ayuntamientos, como administración más cercana a la sociedad, tienen un papel fundamental en la protección del Medio Ambiente y han de favorecer políticas de desarrollo sostenible. Si queremos una protección global para que las futuras generaciones puedan disfrutar de los recursos naturales como lo hacemos nosotros, es obvio que necesitamos actuar desde lo local. Pero, eso sí, es imprescindible que dispongamos de herramientas y recursos suficientes para hacerlo.
¿Deberían asumir más responsabilidades?
Por supuesto. Los ayuntamientos son administraciones que han demostrado ser «mayores de edad» y han impulsado proyectos novedosos y rentables para nuestras sociedades en cuestiones como el Medio Ambiente y otras materias. Pero, al no tener competencias bien definidas, ni herramientas suficientes, muchos casos de éxito se han convertido en experiencias aisladas sin que formen parte de una estrategia global, que es lo que debería ocurrir.
¿En qué ha quedado el proceso de la Agenda 21 Local?
La Agenda local 21 fue un primer paso para el debate, la planificación, la acción conjunta y la participación ciudadana para diseñar políticas en materia de movilidad, uso de energías renovables, el reconocimiento del medio natural y de los espacios forestales, pero la Agenda local 21 es también un proceso vivo que sirve de base para los planes de gestión medioambiental y pactos sectoriales en materia de sostenibilidad en nuestros municipios y comarcas.
En la ordenación del suelo, competencia municipal, ¿se han incorporado realmente los principios de sostenibilidad?
Para serle sincero le diré que en unos casos sí y en otros, desgraciadamente, no. Pero voy más allá, creo que la velocidad en estos últimos años no ha sido la correcta. Y me refiero a la velocidad con la que se han incorporado los parámetros medioambientales al diseño de la ciudad. Es fácil de entender que las ciudades si se diseñan para el coche, para el peatón, con más o con menos zonas verdes, con una mayor racionalización de los usos, serán más respetuosas que otras. Hay que avanzar también hacia modelos de ciudades inteligentes para minimizar los impactos que generan cuestiones como la contaminación o la presión demográfica.
¿Es la gestión de los residuos el principal problema medioambiental al que se enfrentan los ayuntamientos?
Es uno de los más graves. Los vecinos depositan los residuos en un contenedor y al día siguiente esos residuos ya no están como por arte de magia, pero su recogida y tratamiento supone un coste económico importante que muchas veces no es percibido ni se da la importancia que tiene. En ese sentido, la falta de una planificación territorial correcta y clara para los municipios ha generado aún más dificultades a la hora de prestar este servicio, lo que en ocasiones ha generado conflictos, movilizaciones y protestas.
¿Cuál cree que es su principal reto al frente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias?
Mi reto es que el municipalismo sea reconocido como una administración adulta y que los miles de alcaldes y concejales que trabajan con pasión por sus municipios sean tomados en serio por las administraciones superiores. Y para ello, no me canso de reclamar más herramientas para desarrollar nuestro trabajo y más financiación para ofrecer a los vecinos los servicios públicos de calidad que se merecen.
