«Nuestra voluntad es que se aseguren los bancos de libros a todos los centros educativos sostenidos con fondos públicos. Por el bien de las familias que llevan sus hijos e hijas a centros privados concertados, donde los titulares no quieren crear bancos de libros, pedimos a estos responsables que lo reflexionen seriamente porque los únicos perjudicados son los alumnos». Con estas palabras se dirige el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, en una carta remitida por la conselleria a las familias de los alumnos de los colegios concertados.

El escrito, enviado a los titulares de los colegios privados sostenidos con fondos públicos con la orden de que lo hagan llegar a las familias, es la reacción a la decisión de Escuelas Católicas de la Comunitat Valenciana (Escacv), patronal que agrupa a 300 colegios concertados diocesanos y de congregaciones religiosas que escolarizan a 167.000 alumnos, de condicionar su permanencia en el banco de libros a la garantía en los pagos de las subvenciones para reponer o renovar los manuales deteriorados. Ya son varios los centros católicos que, con este argumento, han anunciado a los padres que no van a crear el banco de libros del programa XarxaLlibres del Consell.

Por otro lado, la conselleria amplió ayer el plazo de presentación de solicitudes para participar en los banco de libros. Así, las familias que lo desean podrán acceder al formulario telemático hasta el próximo 11 de julio y posteriormente hacer la aportación de libros a los centros.