Antes de hablar del color verde en la clausura del acto, el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, dirigió la mirada al rojo. Al rojo socialista. El también alcalde de Ontinyent quiso reivindicar la nueva generación de alcaldes del PSPV que han tomado las riendas en el último año en numerosos ayuntamientos valencianos. «Rubén Alfaro representa, como quien os habla, el presente institucional y político de los socialistas valencianos. Un presente llamado a poner en marcha los cambios necesarios que debe afrontar nuestro partido para adaptarse a las nuevas circunstancias y seguir liderando la centralidad de la política valenciana, como ya ha apuntado el presidente Ximo Puig. Una nueva manera de hacer política alejada de estridencias y de sectarismos», dijo Rodríguez.

Cuando a punto está de cumplir un año como sucesor de Alfonso Rus en el Palau de la Batlia, Rodríguez se mostró convencido de que «se ha conseguido que la diputación deje de avergonzar a los ciudadanos, demostrando que otra forma de hacer política es posible».

El presidente de la Diputación de Valencia reclamó una «mayor coordinación, planificación y complementariedad entre las competencias de las distintas administraciones» en materia de gestión medioambiental. A su juicio, deben ser las diputaciones las que «lideren la organización supramunicipal en materia de medio ambiente y en coordinación con la conselleria». La meta la fijó en su última frase: «El reto es hacer nuestro territorio sostenible. Ése es el reto. Y en su consecución hemos de dejarnos la piel», dijo.

El reto irrenunciable de FCC

En la apertura del acto, Jordi Payet, director general de FCC Medio Ambiente, puso a las ciudades en «el centro» de los desafíos en sostenibilidad, y también de «las soluciones innovadoras con impacto significativo e inmediato». Su reto irrenunciable, recalcó, es «transformar las ciudades en comunidades más sostenibles».