La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, se refirió ayer a la Epsar de la Comunidad Valenciana como una entidad «con un problema», que es «ser un espacio configurado para que las sobrinas y las primas hermanas de consellers encontraran un trabajo fácil sin pasar por las pruebas y filtros necesarios para un trabajo público». Oltra alegó que su gobierno se ha encontrado con que la RPT no estaba aprobada y que existen diferencias salariales que no se justifican. Puso como ejemplo de «algo intolerable» que sueldos entre hombres y mujeres en la misma categoría técnica eran distintos, cobrando más ellos que ellas.

Explicó que la Conselleria lo que está haciendo es «poner orden a una ruina en diferido» y «trabajar en la aprobación de la RPT» con trabajadores y sindicatos para «racionalizar y hacer más justa» la masa salarial con un incremento de la misma para evitar discriminaciones. «Los salarios tienen que ser coherentes», argumentó Oltra para justificar la subida de sueldos que, por otro lado, dijo que afecta en muchos casos a 40 euros más en nómina al mes. Donde no entró Oltra es en si mantendrá a la actual dirección de la gestión de la Epsar y tampoco se pronunció sobre el «enchufismo» en la misma denunciado a través de una carta anónima, si bien dejó claro que los «enchufes» a familiares de excargos del PP han existido y que la Generalitat es partidaria de «arreglar» la situación caótica de la diferencia de sueldos.