Hay golpes de efecto que pueden incidir mucho más que sesudas y costosas campañas por la promoción del valenciano. Así podría ocurrir con un vídeo de nueve minutos que está cobrando protagonismo en las redes sociales „más de 150.000 visitas„ y que muestra a un concejal de Orihuela haciendo, en un pleno municipal, una encendida y emocionada defensa del valenciano en las comarcas castellanohablantes.

Un político oriolano que se atreve a rebatir en la lengua de Ausiàs March los argumentos del PP local contra la «imposición» del valenciano en las zonas de predominio castellano, como es la Vega Baja. Un edil que es capaz de articular dos ideas pocas veces escuchadas con tanta efusividad: que está «muy orgulloso de ser español, valenciano, vegabajense y castellanohablante», pero que no quiere que sus hijos „como les ocurrió a sus padres y sus abuelos„ dejen de conocer «una lengua que también es un poco nuestra». Escola Valenciana, de hecho, recomendó ayer el visionado del vídeo por su defensa de la introducción del valenciano en todas las administraciones valencianas «por derecho, justicia, riqueza cultural, bien patrimonial y respeto hacia la diversidad».

En su alocución, Karlos Bernabé Martínez „concejal por Cambiemos Orihuela y militante de Izquierda Unida, licenciado en Psicología y educador social„ utiliza la ironía para rebatir los argumentos del PP contra la posible entrada del valenciano en las aulas de la Vega Baja como materia obligatoria (ahora es optativa). «En este país hay imposiciones lingüísticas, tienen razón. Y las sufren las ingenieras, médicas, enfermeros y maestros que se tienen que ir exiliadas a Alemania para buscar un proyecto de vida digno.». «La segunda imposición lingüística „continúa„ es la de las familias que pagan el dinero que no tienen a academias privadas de inglés, que es requisito indispensable para acceder a casi cualquier trabajo que se genera». La tercera, asegura, son los carteles exclusivamente en ruso de complejos urbanísticos por los que «nunca» se ha quejado el PP.

Gente que ríe y llora en valenciano

El problema de fondo, sostiene Karlos Bernabé, es la falta de empatía. «Lo que ustedes no entienden es que hay muchísima gente en nuestra comunidad autónoma que cuando se levanta piensa, siente y vive en valenciano. Es gente que se ríe en valenciano, que se enamora en valenciano y que cuando pierde a un familiar lo llora en valenciano. Hay muchos lugares donde la gente reza el parenostre y no el padrenuestro; donde la gente tiene fills i iaios, y no abuelos e hijos».

«Cualquier político con dos dedos de frente, con sentido común y preocupación por la lengua y la cultura, se preguntaría qué hay que hacer para que una lengua deje de morir; y ustedes vienen a lo contrario: a promover su asesinato», subraya un edil que teme que esta postura acabe por «autoexcluir a la Vega Baja y separarla de la C. Valenciana». En su intervención, el concejal lleva a cabo lo que él denomina «un experimento»: hablar valenciano. «No sé si és el primer cop que un regidor en Orihuela parla valencià en un ple. Però no passa res: no es cauen les parets ni arriba la fi del món».