El conseller de Economía, Rafa Climent, ha meditado toda esta noche la decisión sobre destituir a su número tres y directora general de Internacionalización, Mónica Cucarella, después del demoledor informe de la Conselleria de Transparencia sobre los negocios que ocultó. Climent baraja llevar al pleno del Consell de hoy el cese de su alto cargo, aunque desde ayer siguen las presiones de un sector minoritario del Bloc para que la mantenga.

Se trata de los conocidos como «mayoristas», que en este caso han tenido el apoyo del jefe de gabinete del conseller, Rafa Climent, quien atribuye el informe que insta a destituir a Cucarella a una conspiración de Iniciativa, el partido de Mónica Oltra y que copa los cargos de la Conselleria de Transparencia que dirige Manuel Alcaraz.

Ayer fue tarde de llamadas telefónicas entre dirigentes del Bloc, divididos entre los que consideran que la situación de Cucarella es insostenible después de revelarse su actuación como incompatible y de haber mentido en su declaración de actividades. De momento, la única de los más de cien altos cargos de la Generalitat que ha actuado de esta manera y tampoco ha presentado las acreditaciones de su titulación.

Por su parte, en el sector que se ha enrocado con la directora general presionaban ayer a Climent y en el partido para que no se permitiera la destitución. Alrededor de este movimiento, los afines al expresidente del Bloc Pere Mayor y el exsecretario de Finanzas y marido de Cucarella, Josep Melero. Como Carbonell, azuzaron en el Bloc la teoría de la conspiración de sus socios de coalición.

Durante la tarde a ayer el círculo más cercano al conseller, en el que se cuenta Carbonell y varios altos cargos, estuvieron conversando sobre la decisión a tomar. Cualquiera que no sea la destitución como marca el informe de Transparencia sería poco defendible, tanto por Climent, como por el resto del Gobierno valenciano, ya que vaciaría de contenido el departamento de Alcaraz.

Climent tiene hoy una oportunidad de lujo para presentar la destitución de Cucarella en el pleno del Consell y que sea anunciada por la portavoz, Mónica Oltra, en la posterior rueda de prensa. Y así lo ha barajado, porque de lo contrario tendría que esperar hasta la próxima reunión del Gobierno valenciano. Y serían siete días más de agonía para la gestión de la conselleria, para Compromís y para Oltra, que debe responder por la gestión de Climent en cada acto público en el que comparece.

La situación estaba tensa ayer en Compromís. La ejecutiva que se debía celebrar por la tarde se suspendió sin motivos aparentes y pese a estar convocada de manera ordinaria. Climent no tuvo agenda de conseller en toda la jornada y solo acudió a las Corts a la comparecencia de Ximo Puig. Allí se encontró con Alcaraz, el conseller que ha empujado a la calle a su número tres.