Cullera descarta albergar el festival de música Marenostrum que se suspendió en Alboraia y cuya empresa promotora está buscando nuevo emplazamiento para que el certamen de música electrónica pueda celebrarse todavía este verano. Después de que se realizaran gestiones por parte de una concejalía de la ciudad costera de la Ribera para conseguir atraer la cita, que ha dejado sin conciertos a 17.500 personas que ya habían comprado su entrada, el alcalde socialista de Cullera, Jordi Mayor, precisó ayer que la ciudad «no dispone de ningún espacio municipal» para dar cabida a este festival. «Estaríamos encantados de que viniera ése y otros festivales siempre que tengan los permisos, pero no podría ser en terrenos municipales», indica.

Por su parte, los organizadores del Medusa Sunbeach Festival, que se desarrolla en la playa de Cullera, aseguraron ayer que es «inviable» que pueda celebrarse en sus propios terrenos. «Estamos en tareas de montaje de nuestro festival, que acaba el 15 de agosto, y luego todavía nos quedarían diez días de desmontaje. Aquí no podría ser», asegura un portavoz de la empresa del festival Medusa.

De momento, la empresa organizadora del festival Marenostrum sólo confirma que, después de la reunión mantenida el martes con la vicepresidenta autonómica Mónica Oltra, su deseo es intentar reconducir la situación y buscar un nuevo emplazamiento donde celebrar el festival. Contemplan varias opciones -ninguna en Alboraia- de las que no quieren desvelar nada para no entorpecer las negociaciones, según señalan fuentes de la empresa.

También la Generalitat quiere ayudar, en la medida de sus posibilidades, a que el festival pueda celebrarse antes de que termine el verano. «Sobre todo porque hay 17.500 personas que pagaron su entrada», indican fuentes del Consell.

La Unión de Consumidores asegura que si en el plazo de unos días continúa la falta de respuesta por parte de la empresa del Marenostrum, presentará un procedimiento colectivo en defensa de los consumidores.