Jose Luis Barberá Prósper trabajó durante seis decenios como médico, convirtiéndose en uno de los profesionales más reputados de la sanidad valenciana. Se formó en endocrinología „su verdadera especialidad„ junto a Gregorio Marañón. En 2011, ya jubilado, fue condecorado por la orden Civil de Sanidad, galardón que le llegó por auténtica sorpresa. Desde que se jubilara a la edad de 80 años, el doctor Barberá Prósper, mantenía el buen hábito de refugiarse en su biblioteca y estudiar de noche para estar al tanto de las últimas novedades de su campo profesional, mientras se volcaba en su familia: su esposa, sus cuatro hijos y sus nietos.

Fue una personalidad combativa en el Colegio de Médicos, destacando por sus reivindicaciones sociales para defender la elección de facultativo por parte del enfermo y la elección democrática de los cargos colegiales, lo que le costó dos años sin cargos en la entidad entre 1963 y 1965.