No todos los pasajeros tenían como destino Valencia. Una familia que debía volar a Málaga decidió no esperar más en Turquía y llegar a Valencia. Desde el cap i casal tomarían el bus hasta Almería, donde viven. «Volábamos desde Japón, nos desviaron, estuvimos en un hotel y hemos venido a Valencia porque no había vuelo a Málaga, estaba todo lleno», explicaban ayer.

Por otro lado, en la terminal 2 de Manises, una representación de la asociación Unadikum esperaba a un par de familias palestinas que vienen a la Comunitat Valenciana tras un acuerdo por el que pueden pasar 15 días en un campamento juvenil. Estas familias viajaban a Estambul desde Amán (Jordania) y el intento de golpe de Estado empezó justo cuando iban a embarcar hacia Valencia, el pasado viernes por la noche.

En su caso, los problemas para viajar comenzaron en Jordania, donde en un primer momento las autoridades les dificultaron la salida.