El diputado provincial Javier Berasaluce insistió ayer varias veces durante su discurso en que no entiende el valenciano. «Es así de triste, pero es cierto. Cuando son palabras más técnicas no puedo seguir el hilo al 100 %», contó a Levante-EMV. «Respeto el valenciano, pero también quiero que me respeten a mí». En las comarcas históricamente con predominio del castellano no es obligatorio el aprendizaje del valenciano en la escuela, ni siquiera como asignatura ordinaria. Un hecho que ahora el conseller Marzà se plantea revertir de algún modo (decisión que no ha gustado a los diputados del partido popular), aunque todavía no se ha materializado ninguna propuesta.

Berasaluce no es la primera vez que protagoniza alguna polémica. Tras las elecciones autonómicas de mayo de 2015 salió en televisiones estatales por ser uno de los alcaldes que alzaban contra Mariano Rajoy, culpándole, junto a la corrupción, de los malos resultados electorales. «Debería captar el mensaje que le manda la ciudadanía y renovar el partido», insinuando que el líder nacional debería haber dado un paso al lado y no haberse presentado a las elecciones generales del pasado mes de diciembre.

Desde su localidad, Requena, de la que fue alcalde de 2011 a 2015, arrecian las críticas a cuenta de su sueldo. Desde el PSOE requenense le acusan de forzar un pleno extraordinario para poder cobrarlo. Según los socialistas, Berasaluce gana 47.250 euros como diputado y un plus por distancia de 6.724,80 euros, cantidades que sumaba a su sueldo en la empresa privada. Como explicó a este diario el propio diputado, el pasado mes de febrero dejó su puesto en el sector privado (es ingeniero de caminos) y desde entonces solo cotiza el 75 % porque en la Diputación de Valencia no tiene dedicación completa.