Un trabajo liderado por investigadores de la Unidad Predepartamental de Medicina de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló ha descubierto que la pigmentación más clara de la piel y su peor respuesta al sol es una de las causas genéticas que explicaría la mayor incidencia de melanoma que sufren los hombres. El grupo de investigación Genética del Cáncer de Piel y de la Pigmentación Humana, coordinado por el profesor Conrado Martínez-Cadenas, ha estudiado las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la pigmentación (color de ojos, cabello y piel) y la respuesta al sol, es decir, la historia de quemaduras solares y la existencia de pecas irregulares y manchas.

«Se analizaron 384 variantes genéticas y seis características físicas de los individuos, y los resultados muestran que, con la misma variabilidad genética, los hombres tienden a presentar una piel más clara y una peor respuesta a los efectos de los rayos ultravioleta», según afirma Martínez-Cadenas. A esto hay que sumar que las hormonas femeninas favorecen la producción de melanina, el pigmento que protege la piel del sol.

En el trabajo participaron 1.057 personas, el 52 % pacientes de hospitales de Valencia, Castelló, Madrid y Bilbao y colaboró el grupo de investigación de la doctora Gloria Ribas, del Instituto de Investigación Biomédica Incliva.

El cáncer de piel está determinado por factores ambientales, genéticos y la exposición solar. Según estudios anteriores, las personas con ojos claros y cabellos rubios o pelirrojos tienen una probabilidad entre 20 y 30 veces superior a padecer cáncer.