Las alarmas se activaron por primera vez en España en 2010, cuando cuatro jóvenes acabaron en coma tras ingerir, según ellos sin saberlo, éxtasis líquido diluido en sus bebidas. Cuatro años después, fue en Madrid: 10 jóvenes permanecieron varios días en coma por consumir la misma sustancia. Se trata de una droga de síntesis que, en muchas ocasiones, fabrican en sus domicilios camellos profanos en la materia a partir de «recetas» descargadas de internet, lo que acrecienta el riesgo de provocar envenenamientos masivos y ocasionalmente letales. La policía y las autoridades sanitarias lanzan campañas preventivas periódicas para evitar consumir este tipo de drogas de diseño. t.d. valencia