Los nueve diputados de A la Valenciana van a presentar hoy la solicitud para obtener grupo propio en el Congreso, aunque lo hacen prácticamente a sabiendas de que no se lo van a otorgar. La composición de la Mesa, con la exministra de Fomento Ana Pastor en la presidencia y con mayoría conservadora, impedirá este hecho «casi con toda probabilidad», sospechan los propios diputados afectados.

Sin embargo, lo que sí que va a permitir Pastor es que los parlamentarios de Podemos y EUPV (cuatro y uno, respectivamente) puedan ir al grupo de Unidos Podemos si se deniega el de A la Valenciana. En las pasadas elecciones solo Compromís fue al grupo mixto. Los diputados valencianos de Podemos integrados en És el moment optaron en primera instancia por irse al grupo de Pablo Iglesias por temor a perder algunos de los beneficios que en el mixto no hubieran tenido, como subvenciones por envío gratuito de propaganda electoral durante la campaña.

«Este ha sido uno de los factores que ha influido», reconoce Àngela Ballester, del partido morado. En esta ocasión, la Mesa ha garantizado a los representantes integrados en confluencias como las mareas y En Comú el camino de vuelta a Podemos. En concreto, tendrán un plazo de 48 horas, hasta el día 29, para poder adscribirse a otras agrupaciones.

«Creemos que en el grupo de Unidos Podemos tendríamos más fuerza, más que en el mixto. Aunque en un grupo grande la visibilidad es relativa, lo cierto es que estaríamos con la tercera fuerza parlamentaria», señala la diputada valenciana.

«Aún así, lo que nos gustaría es un grupo propio, como el que le van a dar a Convergència aun sin contar con los requisitos necesarios. Es escandaloso cómo retuercen el reglamento», lamenta Ballester.