De momento, lo único que ha hecho el alcalde de Ròtova, de 1.400 habitantes, Antonio García, es postularse para acoger la planta de basuras. El Gobierno local, del PP, aprobó en un pleno apoyar que la planta se levante en su localidad pero que sean los vecinos quienes, mediante un referéndum, decían si la quieren o no. García dijo que el voto sería totalmente vinculante y que acatará lo que le digan sus ciudadanos. La alcaldesa de Vallada, María José Tortosa, también dijo que el tema será sometido a consulta popular. t. á. c. gandia