La empresa pública Ciegsa será historia en breve. El emblema de los sobrecostes no llegará a fin de año. El Consell ya tiene decidida su extinción, 16 años después y tras acumular 1.126 millones de euros en sobrecostes. Incluso los auditores de la firma reclaman a la Generalitat que agilice la liquidación porque su propia existencia choca contra la ley de reestructuración del sector público de 2012 que obliga a su desaparición y en esa situación la gestión es aún más complicada.
El acuerdo de extinción es total, según confirman la secretaría autonómica de Modelo Económico y Financiación, Ángeles Cuenca, y el secretario autonómico de Educación, Miquel Soler.
El sustituto de Ciegsa en la construcción de los colegios será la propia Conselleria de Educación, que ya ha reforzado su servicio de infraestructuras, que se encargará de hacer frente a las necesidades de los centros educativos incluidos en el mapa que el departamento que dirige Vicent Marzà presentó en enero.
Así, la construcción de colegios y su mantenimiento recorrerá el camino inverso al del anterior Consell, que desmanteló el servicio de infraestructuras de la conselleria para engordar Ciegsa, hoy bajo investigación judicial.
A la llegada del nuevo Consell de izquierdas, el servicio de infraestructuras de la conselleria disponía de cinco arquitectos, tres de ellos en prórroga de jubilación; seis aparejadores, un deliniante y dos ingenieros. Pero con la remodelación se suman al área de Infraestructuras de la conselleria 33 técnicos más, además de un subdirector de contratación. De ese modo, la plantilla del servicio de Infraestructuras aumenta de 14 integrantes a más de 50.
«Reconstruir el sistema educativo»
El secretario autonómico de Educación, Miquel Soler, asegura que con el fortalecimiento del sistema de infraestructuras de la conselleria «queda clara la reconstrucción que estamos haciendo en el sistema educativo», señala. Según soler, la conselleria acaba con Ciegsa «que era un servicio en B y que nunca sirvió para beneficiar a la educación, sino para el despilfarro de fondos públicos».
Mientras, la secretaria autonómica de Modelo Económico asegura que Ciegsa es «uno de los paradigmas de despilfarro y corrupción, donde los sobrecostes y la mala gestión volatilizaron más de mil millones de euros con los que se podrían haber construido 200 centros educativos». En su opinión, la empresa pública era la Conselleria de Educación «en B», «que permitía a determinados dirigentes del PP cobrar presuntamente mordidas, según ha trascendido en la investigación del caso Taula, mientras los niños seguían en barracones», critica Cuenca.
Ciegsa, fundada en el año 2000 por el entonces Consell de Eduardo Zaplana para agilizar la construcción de colegios, se ha convertido 16 años después en el emblema de los sobrecostes y del cobro de mordidas por parte de cargos vinculados al PP y técnicos, según destapó a principios de año la macrocausa del caso Taula. Ciegsa fue gestionada entre 2004 y 2007 por Máximo Caturla, pieza clave del caso Rus y el hombre que compaginó cargos contables de responsabilidad en diferentes instituciones, Conselleria de Sanidad, Ciegsa y diputación, donde llegó a vicepresidente segundo con su condición de cajero de la dirección provincial del PP que comandaba Alfonso Rus.
Las Corts tienen aprobada una comisión de investigación sobre los sobrecostes de la empresa.
Hacienda alardea de una bajada del déficit del 84 %
El desfase entre ingresos y gastos en las cuentas de la Generalitat se ha reducido en un año un 84 %, según datos del Ministerio de Hacienda publicados ayer. En concreto, de mayo de 2015 a mayo de 2016 ha pasado de 814,1 millones a 137,7 millones, es decir, del 0,80 % al 0,13 % de la riqueza que genera la Comunitat Valenciana. Así, el Consell consigue mantener el control del déficit en los límites que pide Montoro, por debajo del 0,7 %, ya que en estos momentos la cifra es del 0,51%. La previsión es acabar el año en el 1,6 frente al 2,51 del ejercicio anterior.
