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Presupuestos

Cacsa hace frente a sus préstamos por tercer año seguido con fondos del Estado

La sociedad incorporó al FLA durante 2015 pagos a proveedores por valor de 6,9 millones de euros

Cacsa hace frente a sus préstamos por tercer año seguido con fondos del Estado

La situación financiera del complejo Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) sigue siendo de extrema debilidad. De hecho, igual que la Generalitat, la empresa pública vive asistida por el oxígeno financiero que transfiere el Gobierno de España.

Según la memoria de 2015, el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) -el préstamo que el Estado puso a disposición de las autonomías más necesitadas- se ha hecho cargo en los dos últimos años de los principales vencimientos financieros de la sociedad y va camino del tercero. La continuidad de esta fórmula se mantiene también en 2016 y los auditores estiman que este apoyo continuará en próximos años, como fórmula de supervivencia económica ante los problemas financieros del Consell.

Según la documentación, la empresa pública acumula deudas a corto plazo de 190 millones de euros, además de otros 284 millones a largo plazo con entidades de crédito, con obligaciones más allá del año 2021. En total, los débitos y partidas a pagar que acumula la entidad superan los 695 millones. Mientras, el período medio de pago a proveedores en 2015 ha sido de 238 días, por lo que para tratar de ajustarse al plazo legal la sociedad incorporó al FLA facturas de proveedores por valor de 6,9 millones de euros, mientras las deudas con entidades públicas que no podían incluirse en el FLA se han saldado con recursos propios, señalan los auditores del complejo.

Gestión mixta desde 2015

A mediados del año pasado se puso en macha un nuevo modelo de gestión que consiste en la explotación externa por parte de una empresa privada, Avanqua, a la que se ha cedido el uso de los bienes de la sociedad de las instalaciones de l'Oceanogràfic y l'Àgora, de sus actividades y de la gestión y explotación de las zonas comerciales de los edificios del Museo de las Ciencias y l'Hemisfèric, mientras que el resto de inmuebles los gestiona directamente la sociedad pública. Según recoge la auditoría, el objetivo final de la implantación de la gestión mixta es mejorar el rendimiento económico de las instalaciones, que siguen siendo deficitarias desde su nacimiento.

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