Parir en casa, asistido por una matrona o personal sanitario especializado es una opción legal, voluntaria y libre que en España todavía no despierta el apoyo con el que cuenta en otros países europeos como Holanda o Inglaterra, donde cuentan incluso con la cobertura de los sistemas nacionales de seguridad social. Mientras que en Holanda, un 26 % de los partos se produce en casa -según recientes estudios este porcentaje ha bajado al 19 %-, en España apenas representan un 1 %.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstreticia (SEGO) no tiene un pronunciamiento oficial. Existen multitud de estudios, aunque ninguno definitivo, apostando por una u otra opción.

A título individual, el presidente de SEGO, Txanton Martínez-Astorquiza, sí se ha pronunciado en diversos medios asegurando que «desde el punto de vista médico, actualmente yo creo que no es recomendable el parto en casa».

Maria José Alemany, matrona y autora del libro «De mujeres y partos» sobre la evolución de las prácticas de las matronas, no comparte esta opinión y cree que un embarazo de bajo riesgo, asistido por comadronas, es una opción fiable.

«Desconozco los detalles de este episodio, pero parir en casa con dos matronas, a las que la legislación, su formación y competencias les facultan para trabajar tanto en centros sanitarios como a domicilio debería verse como algo normal», apuntó la especialista.

Admite que el número de mujeres que paren en casa es «muy bajo», contra el «pensamiento hegemónico», pero aumenta «poco a poco», y no entiende la presencia de la Guardia Civil en la casa donde se produjo el parto. «Hay que hacer la autopsia para saber de qué murió el bebé, pero no acabo de entender que se presente casi como un delito ni criminalizar a la madre porque no quisiera asistir a un hospital si ella estaba bien y el niño ya había fallecido», manifestó.