La tasa de reciclaje de los envases agrarios, utilizados como recipientes de productos químicos y fitosanitarios, bajó desde el 63 % en 2014 al 50 % en 2015 como consecuencia de la actividad «generalizada» de gestores no autorizados, según desveló Rocío Pastor, directora general de Sigfito, el sistema integrado de gestión para recoger y tratar los residuos de envases generados en la agricultura.

En 2015, Sigfito recicló 3.300 toneladas de residuos de envases agrarios de un total de 6.600 toneladas generadas en toda España.

Según la directora de Sigfito, esta asociación sin ánimo de lucro tiene que competir con personas que están recogiendo los envases y vendiéndolos como plásticos para posteriores procesos industriales sin autorización, un problema común en la Comunitat Valenciana y otras comunidades autónomas del marco mediterráneo como Andalucía o Murcia donde existe una agricultura intensiva.

Pastor recalcó que la acción de esos recolectores «ilegales» puede generar problemas en el medio ambiente y en la salud de las personas. Los recipientes desviados del circuito oficial de reciclaje, pueden acabar abandonados en la naturaleza, quemados ilegalmente o reutilizados para contener otro tipo de productos, con el consiguiente riesgo para las personas que lo utilizan.

En ese sentido, apuntó que si se generaliza esa práctica no autorizada, aumentarán los residuos que no se tratan correctamente. Los envases de productos fitosanitarios usados en la agricultura se caracterizan por contener restos de sustancias que pueden resultar muy perjudiciales para la salud de las personas que entran en contacto directo con ellos, según apuntó Pastor.

Colaboración

La director general de Sigfito se reunió ayer con Rogelio Llanes, director general de Agricultura, Ganadería y Pesca, al que presentó un proyecto piloto , puesto en marcha en Cataluña, para recoger y tratar de manera diferenciada los residuos que suponen las trampas utilizadas para la captura de insectos en el ámbito agrícola.

Las trampas, cuyo uso se ha extendido en los últimos años, contienen un producto que atraen selectivamente a los insectos responsables de las plagas que asolan a los cultivos.

Se trata de un sistema que pretende reducir el uso de plaguicidas en la agricultura para mejorar la calidad de los productos cosechados reduciendo su toxicidad química.

Pese a sus indudables ventajas respecto al uso de fitosanitarios, las trampas necesitan una recogida y tratamiento especial debido al peligro que pueden representar sus residuos. El proyecto pretende evitar el impacto de estos residuos sobre el medio ambiente además de buscar fórmulas para proteger la salud de los agricultores cuando manipulen las trampas.

El proyecto comenzará antes de final de año en La Ribera y en la zona norte de Castelló, extendiéndose más tarde a otros lugares, según fuentes de la conselleria de Agricultura y Medio Ambiente.

Condena de 11.000 euros a Reyval por los residuos sanitarios

La empresa de gestión de residuos Reyval ha sido sancionada por la Conselleria de Medio Ambiente con 11.000 euros por el almacenamiento ilegal de residuos sanitarios en la vía pública de Elx y Alicante en 2014. La sanción, inferior a la propuesta inicial -25-000 euros­- surge tras una denuncia de la policía local de Elx y el Seprona por el almacenamiento de residuos sanitarios en un camión no refrigerado «cerca de un colegio y sin ningún tipo de vigilancia», según la resolución del director general de Cambio Climático, que destaca «el peligro potencial sobre la salud de las personas y el medioambiente, en el caso de alguna rotura accidental o por vandalismo del contenedor».