El misterio sobre la identidad de la consellera del gobierno valenciano del PP a la que le llegaron obsequios procedentes del juzgado privativo de Aguas de Orihuela „una especie de Tribunal de las Aguas del Baix Segura„ pero presuntamente pagados por la trama que amañó contratos relacionados con la construcción del tren de Alta Velocidad Madrid-Alicante-Murcia sigue sin resolverse.

La presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, que fue consellera de Infraestructuras en distintos gobiernos de Francisco Camps y Alberto Fabra se desligó ayer totalmente de la polémica cuestión.

Fuentes populares admiten que en el documento de la Guardia Civil del que ayer se hicieron eco varios medios de comunicación se cita «en una línea» a una «consellera», a la que no se identifica, como perceptora de posibles regalos como pins de oro o una figura de Swaroski valorada en 230 euros, obsequios que habría realizado el juzgado de aguas, pero con dinero de las empresas presuntamente implicadas en la trama de corrupción. Los regalos los habría enviado José Manuel Fernández Pujante, que fue ingeniero jefe del Juzgado de Aguas y posible cerebro del fraude de las obras del AVE a Alicante y Murcia. Entre los perceptores de regalos aparece una «consellera».

Pero Bonig, que compareció ayer en las Corts para denunciar los recortes del Gobierno valenciano, descartó cualquier relación con los regalos. Asegura que el Ejecutivo valenciano nunca ha tenido competencias en la adjudicación de obras del AVE „cuyo supuesto fraude en los contratos del tramo Alicante-Crevillent investiga un juzgado de Murcia„ y arremetió contra la portavoz adjunta de Compromís, Mireia Mollà, que el día antes había puesto de manifiesto que Bonig fue consellera de Infraestructuras en esos años y le instó a identificar a la perceptora de los regalos en caso de que no fuera ella, según dijo. «Ya está bien de ensuciar el nombre de las personas» se revolvió ayer la presidenta de los populares. «No he recibido piezas de Swaroski ni de nada. No hay ni fechas ni lugares y es muy atrevido realizar insinuaciones y calumnias. No conozco esa situación. No conozco los regalos que se hacen en el Consell. Hay regalos de cortesía que se producen siempre, pero los otros hay que devolverlos», aseguró.

Bonig, que compareció con el portavoz de Economía, Rubén Ibáñez, para detallar los recortes impuestos por el Consell, acusó a Mollà de querer manchar su nombre y de realizar una política «barata». Mollà escribió después en una red social: «Si yo pregunto quién recibía regalos, hago política barata y si una trama regala unos siete mil euros en jamones, eso es cortesía».

Además, la lideresa del PP calificó de «increíble» que tanto el PSPV como Compromís usen este tema porque en las informaciones no serevela el nombre de ninguna exconsellera en cuestión. «Antes de acusar debería informarse, porque si no, donde tendrá que responder Mireia Mollà será delante de un juez; ya está bien de ensuciar el nombre de la gente», lanzó. «Hay un sumario, no es competencia decir quién ha recibido y quién no ni apuntar a gente, no se ponen ni fechas ni lugares. Es atrevido formular insinuaciones y esas calumnias, ya está bien», remarcó.

Preguntada por si considera esos regalos que se habrían producido como «de cortesía», Bonig respondió: «Hay regalos de cortesía que se producen antes, ahora y siempre. Los que no sean de cortesía hay que devolverlos. No sé si fueron de cortesía o no, no tengo acceso a ese informe. Yo no he recibido ninguna figura de Swarovski que ponía, se lo digo abiertamente», remató.

Sobre esta cuestión, también el portavoz del grupo socialista en las Corts, Manolo Mata, había instado a Bonig el día antes a que localizara antes de que lo haga la policía o los tribunales a la consellera que recibió regalos de la trama corrupta

«Implicación sin fin del PP»

Mientras, el diputado de Ciudadanos (C's) en las Corts Tony Woodward denunció ayer, respecto a las últimas informaciones sobre la trama corrupta del AVE Alicante-Murcia y la supuesta implicación de una consellera valenciana durante los años 2012-2013 con Alberto Fabra al frente del Consell, la implicación «sin fin del PP en tramas de corrupción» ha cercenado su credibilidad.

«Sorprende que la semana pasada Isabel Bonig dijera que el PP era un partido plural, abierto y democrático y la realidad evidencie hoy, una vez más, el juego sucio y la mala gestión de los populares durante años», dijo el diputado de Ciudadanos.

En esta línea, ha recalcado que la síndica popular se ha referido ante los medios de comunicación a «regalos de cortesía, echando balones fuera sobre sí misma y sin aclarar si alguna de sus compañeras Gobierno de aquella etapa pudieron haber recibido alguna gratificación, denuncia el diputado que critica la gestión que hizo el PP de las infraestructuras.