Montar un negocio como los padres o llegar al extranjero si es necesario para poder trabajar de lo que se ha estudiado por vocación. Este es el escenario que se plantean los preuniversitarios valencianos una vez acaben sus estudios.

El 29 % de los estudiantes de Bachillerato de la Comunitat Valenciana tiene pensado emprender su propio negocio una vez abandonen la universidad; el 38 % cree que acabará en una empresa privada, como asalariado; uno de cada cuatro (24 %) se decanta por intentar obtener una plaza de funcionario público; y el 9 % se decanta por la cooperación y le gustaría trabajar en una ONG.

Según un estudio de la consultora Círculo Formación, que encuestó en Valencia a 1.200 estudiantes el pasado mes de enero en el Salón de Orientación Universitaria Unitour, el 51 % de los valencianos estaría dispuesto a trasladarse al extranjero para trabajar. Un 31 % no dudaría en cambiar de domicilio habitual si de ello depende su futuro laboral y un 20 % lo buscará directamente fuera de las fronteras españolas. No obstante, eso choca con el 31 % que preferiría quedarse cerca de casa, en la comunidad autónoma en la que viven y, sobre todo en el 86 % que quiere estudiar el grado en España, un 70 % de los cuales en la misma provincia de origen.

Según Rocío Argudo, directora de Unitour, estos contrastes en los datos se dan porque los jóvenes son conscientes de que «los recién titulados tienen más difícil acceder a un primer empleo», por eso, una vez graduados, están dispuestos a trabajar en el extranjero, «pero con la intención de volver en dos o tres años con experiencia».

El 56 % de los preuniversitarios valencianos afirman que escogerán la carrera «por vocación» y no por las posibles salidas laborales.

El 32 % se decantará por las Ciencias Sociales, un 30 % Ciencias de la Salud, un 22 % Ingeniería y un 16 % Arte o Humanidades.