Los cambios, pero sobre todo, las incorporaciones en el nuevo Consell no han agradado a los partidos de la oposición. Ni PP ni Ciudadanos ven con buenos ojos el aumento de cinco nuevos puestos de confianza en el seno del ejecutivo valenciano. Así, la coordinadora general del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Eva Ortiz, calificó ayer la remodelación de «desproporcionada y una farsa».

Según Ortiz, estos cambios «sólo han afectado al segundo escalón por falta de valentía del señor Puig frente al poder absoluto de la señora Oltra y sólo le cuesta dinero a los valencianos, como mínimo 250.000 euros. Tendrán que explicar, por tanto, de dónde más van a recortar para afrontar ese gasto», arremetió Ortiz. Ciudadanos (C's) fue más allá en las estimaciones de gasto, que calculan en más de 500.000 euros no presupuestados.

«Si fueran valientes se habrían cargado, como mínimo, a tres consellers: Marzà, Montón y Climent», lamentó Ortiz, que criticó que, en lugar de eso, se hayan creado dos delegaciones del Consell, una secretaría autonómica y una dirección general.

En concreto, la coordinadora general del PPCV se refirió a la creación del cargo de delegado para la Unión Europea y Relaciones Externas, que desempeñará Joan Calabuig, y se preguntó si «los valencianos van a tener que pagarle un piso al señor Calabuig» en su «retiro dorado». «¿Estamos copiando el sistema catalán? ¿Queremos un ministro de Asuntos Exteriores?», preguntó.

«Fobia al empleo

En cuanto a la creación de la secretaría autonómica de Empleo, «lo que más sentido tenía en la remodelación», a su juicio, se deja vacante hasta el 2 de septiembre, por lo que cree que el Consell «sigue teniéndole fobia a la creación de empleo».

Por su parte, el síndic de Ciudadanos Alexis Marí criticó que «el Consell se escude en la excusa de reforzar su actividad con la creación de nuevos altos cargos para no reconocer su incapacidad para resolver sus problemas internos y poner solución a las verdaderas necesidades de los valencianos».

«Los partidos del Pacte del Botànic vendieron austeridad y buenas intenciones y ahora cuentan con tantos altos cargos como Alberto Fabra durante su etapa al frente de la Generalitat, a quien tanto criticaron». Y es que, según sus cálculos, a los 250.000 euros estimados por el PP habría que añadir el salario y los costes sociales de «al menos cuatro asesores» para estos nuevos puestos de confianza.