La postura del gerente de la Epsar, Enrique Lafuente, y de la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, es la de defender la gestión de los directivos, la mayoría cargos de libre designación y elegidos en la etapa de José Juan Morenilla, uno de los principales procesados por el saqueo de la depuradora de Pinedo. Recientemente Cebrián quiso mostrar tranquilidad a la plantilla acudiendo en persona a las oficinas del ente. No tienen en cuenta las acusaciones de nepotismo. s.p. valencia