Cuarenta mil cazadores federados de la Comunidad Valenciana podrán salir al monte a partir del lunes, 15 de agosto, para iniciar la temporada de media veda en un contexto de extrema preocupación por la sequía que ha provocado un riesgo extremo de aparición de incendios forestales.

Ayer, el presidente de la Federación Valenciana de Caza, Vicente Seguí, se dirigía a sus asociados en una nota haciendo un llamamiento, «en un año de extrema sequía», a «intensificar la colaboración que los cazadores hacen con la prevención de incendios», recordando que ante cualquier conato o peligro de incendio se avise al teléfono de emergencias 112».

Según explicaron fuentes de la Federación, los clubes asociados realizan todos los años acciones que «contribuyen a preservar las especies autóctonas de vegetación y fauna y ayudan a reducir la propagación de incendios y el efecto torrencial de las riadas al mantener los montes cuidados». Así aseguran que en 2014 realizaron desbroces o trabajos selvícolas en 485 hectáreas de masas forestales, se recuperaron 835 hectáreas de pastizales para la fauna y se construyeron cientos de puntos de agua entre los que figuran 275 balsas o diques que pueden ser utilizados en la extinción.

Una veda contestada

A partir del lunes se permite la captura de 10 especies cinegéticas en cotos de caza y zonas de caza controlada los sábados, domingos y festivos no locales hasta el 11 de septiembre. Este año la orden autonómica ha retrasado una semana la apertura de la temporada estival para codorniz y tórtola europea, que dará comienzo el 21 de agosto.

La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana presentó alegaciones contra estos recortes, que considera «injustificados» dadas las características de las aves y sus ciclos reproductivos.