La maqueta del Valencia Street Circuit, el nombre con el que se presentó en sociedad el trazado urbano valenciano, vivió su momento estelar en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) el 30 de enero de 2008, día de la Comunitat Valenciana en aquel certamen turístico. En aquella edición el expositor valenciano tenía un stand propio para la Fórmula 1. El escaparate ofrecía la posibilidad de explicar en Madrid los detalles del trazado que albergaría en agosto de ese año por primera vez una prueba del Gran Premio de Europa, de las cinco que celebraría finalmente.
Por el expositor pasaron los entonces Reyes de España Juan Carlos y Sofía; la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega y el ministro de Industria y Turismo, Joan Clos, a quienes recibieron los máximos promotores de la carrera en la sede valenciana, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Las crónicas de aquel día destacan la maqueta como referente del pabellón.
Apenas dos meses y doce días después de la exhibición de la réplica del circuito urbano, la Sociedad para la Imagen Estratégica y Promocional abonó a una empresa con sede en Valencia una factura por importe de 11.426 euros que tenía como referencia «Fitur 2008» y que incluía el transporte a Madrid del «slot gigante» del circuito urbano en un viaje de ida y vuelta. La factura incluía además conceptos como el montaje y el desmontaje, 62 bolardos, el desplazamiento de dos técnicos especializados para su instalación, las dietas, el mantenimiento del «slot», un servicio de reparación urgente de las piezas, además del transporte de la cubierta acristalada.
Un reparo a la factura
El jefe del área jurídica de la sociedad dio el visto bueno al pago de la factura y a los sesenta días de su emisión queda abonada mediante transferencia. Pero en el documento, la sociedad pública pone un reparo y es que el dinero pagado excede en 662 euros al gasto aprobado en el expediente de referencia.
