Jorge Alarte Gorbe ya era un alcalde de prestigio cuando Lorenzo Agustí emergió en la política local. El socialista de Alaquàs había ganado las elecciones con mayoría absoluta en 1999 y revalidó el triunfo en 2003, cuando llegó a los 15 ediles „de una corporación de 21„ y fue uno de los mandatarios más votados de España. En esos cuatro años había tomado la decisión que lo hizo famoso fuera de las fronteras de su población: la expropiación del emblemático Castell a una poderosa familia.
En 2003 los populares buscaban un relevo a José Romero en Paterna, que había ganado en 1995 pero que fue desbancado de la alcaldía por una moción de censura de las fuerzas de izquierda, que colocó al socialista Francisco Borruey en el cargo. El PP vio en el joven arquitecto una oportunidad para recuperar la capital de l'Horta Nord y Lorenzo Agustí, que a la primera no ganó, preparó su triunfo durante cuatro años de fuerte oposición, en los primeros tiempos siendo asesor del presidente de la Generalitat, Francisco Camps.
En ese tiempo, ambos se conocieron en unas fiestas locales de septiembre, cuando Agustí visitó Alaquàs de la mano del entonces portavoz del PP local, Antonio Monzó, y también cenaron juntos, con otros muchos cargos de la comarca, en las fiestas de Manises, invitados por el entonces alcalde Enrique Crespo.
Agustí ganó las elecciones en Paterna en 2007 y logró 15 concejales de 25, en una legislatura en la que la ciudad creció en escaños al aumentar el censo.
Alarte y Agustí coincidieron como alcaldes durante apenas tres años aunque hubo quien los comparó. Dinámicos y algo contestatarios con su partido, los dos estaban considerados como futuras promesas del PSPV-PSOE y el PP, respectivamente. El alcalde de Alaquàs plantó cara al Ministerio de Fomento, en la época del Gobierno de Zapatero, para que el AVE no pasara por encima de un barrio de Alaquàs. Por su parte, Agustí tomó su cargo en 2007 con una pegatina contra las talas en el bosque de la Vallesa, que había autorizado la propia Conselleria de Medio Ambiente de su partido. Estos fueron sólo dos ejemplos de otras tantas actitudes de rebeldía.
Otro de los encuentros que tuvieron fue durante la visita de Jorge Alarte a Paterna, ya como secretario general del PSPV-PSOE, para recorrer junto a los socialistas locales las obras financiadas por el plan Zapatero, entre las que estaba el famoso auditorio y escuela de música por el que ahora ha sido condenado Agustí. En un punto del itinerario, el alcalde popular les salió al paso con la excusa de saludar a Alarte, como éste mismo había hecho tantas veces en su pueblo ante visitas ilustres del PP.
Mitin del PSOE
El último encontronazo de ambos fue cuando Agustí se plantó en el mitin central del PSPV, en las elecciones municipales de 2011 en Paterna, en el que participaba Alarte junto a la candidata Lorena Benlloch y el expresidente andaluz Manuel Chaves. «¿Qué haces aquí?» le dijo Alarte. «He venido a escuchar», respondió Agustí. «Pues siéntate», replicó el socialista. Entonces ninguno sospechaba que ese mismo escenario, el del auditorio Antonio Cabeza, les llevaría a ambos a un juzgado.
Fue una sorpresa para muchos cuando el pasado 25 de julio, Jorge Alarte llegó al juzgado acompañando al actual alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo. En su faceta de abogado, el exalcalde de Alaquàs había heredado el caso del también socialista Manuel Mata, que ahora no ejerce por su condición de diputado autonómico.
Alarte había buceado en el sumario durante meses y, según ha confesado al PSPV local, se sorprendió al ver «cómo el PP había creado un ayuntamiento paralelo utilizando las empresas públicas». En el interrogatorio, el abogado del PSPV incidió en varios aspectos clave: Agustí había trabajado en el pasado con los arquitectos a los que adjudicó el proyecto del auditorio a dedo y era imposible que desconociera el procedimiento administrativo hasta el punto de encargar directamente un trabajo „la redacción del proyecto y dirección de obra„ cuyo importe superaba el medio millón de euros, siendo él también arquitecto.
Basándose en su experiencia como alcalde de Alaquàs, Jorge Alarte se quedó «helado» al comprobar que todos los altos funcionarios municipales declaraban en contra del exalcalde de Paterna. Sus testimonios más el resto de pruebas condicionaron una sentencia contundente, que ha acabado con la condena de siete años de inhabilitación para cargo público.
