El Gobierno de Canarias ha abierto un nuevo debate entre fumadores y no fumadores en España. La Dirección General de Salud Pública canaria ha anunciado que pretende crear una red de «playas saludables» en las que, entre otras cosas, estará prohibido fumar.

Por el momento, en las playas valencianas no hay intención de aplicar un precepto similar, pero existe el debate, sobre todo por los restos de colillas que se encuentran en la arena.

Fuentes del ayuntamiento de Valencia consideran, desde una perspectiva conciliadora, que «más importante que limpiar es no ensuciar», antes que prohibir. Por eso, este verano en las playas de la ciudad se reparten ceniceros portátiles a través de la concesionaria de las playas, como alternativa y muestra de la apuesta de campañas de concienciación, según afirmaron desde el consistorio.

Igual que en Valencia, en Cullera, los chiringuitos también reparten ceniceros de plástico. Además, los agentes medioambientales „que informan desde hace diez años de los servicios y obligaciones en las playas„ recuerdan a los usuarios la importancia del uso de papeleras y ceniceros.

Por su parte, el ayuntamiento de Peñíscola reparte desde el inicio del verano y hasta que acabe, un total de 3.000 recipientes en los que echar las cenizas y las colillas.

Desde Medio Ambiente, el secretario autonómico Julià Álvaro, explica que el tema no se ha abordado con profundidad, pero lo considera conveniente. «Gente que es incapaz de tirar un papel en la playa sí deja la colilla del cigarro enterrada en la arena y es un problema de concienciación que hay que abordar. Es complejo, pero necesario», aseguró.

Preocupados por la suciedad

En la playa de Las Arenas de Valencia, los bañistas consultados por Levante-EMV no son partidarios en su mayoría de prohibir fumar en las playas, pero todos coinciden en la necesidad de actuar para acabar con las colillas en la arena, que a simple vista ayer se contaban a decenas en esta playa valenciana.

«A mí que fumen me da igual, pero las colillas no, que las recojan; encuentro por la arena y me resulta un poco desagradable», afirma Rubén Moreno, madrileño que veranea en Valencia. «Si es necesario, que multen», asegura. El joven que le acompaña incide en que lo molesto es «ir pisando colillas por la playa». «Se tiene que concienciar la gente», añade.

El oncólogo valenciano considera que fumar no debería ser apoyado socialmente por nadie, y que para limitarlo «deberíamos ayudar a los fumadores, no estigmatizarlos». En lo referido a la expansión de esta medida a otras ciudades españolas, Camps considera que la población está madura para una medida de este calibre„siempre y cuando se expliquen los efectos del tabaco„ ya que el país ha dado «grandes pasos», como la Ley Antitabaco. A pesar de esta reflexión, Carlos Camps cree que «todavía necesitamos dar otro paso más, ya que no se debe considerar como un derecho individual, sino como sociedad». El tabaco es la causa del 90 % de los casos de cáncer de pulmón, enfermedad que afecta entorno a 28.000 personas al año en España.