La autopista de peaje que recorre de norte a sur la Comunitat Valenciana, la AP-7, será gratuita cuando venza su concesión en 2019. El Ministerio de Fomento ha reiterado en varias ocasiones que el peaje no se mantendrá por lo que la infraestructura quedará liberalizada y será el Estado el encargado de su mantenimiento. El Gobierno descarta así una nueva adjudicación para esta vía que lleva 48 años en manos privadas y que constituye uno de los tramos de pago más largos que existen.

Una liberalización que cuenta con el respaldo de todos los partidos políticos, pero que, sin embargo, está generando reacciones dispares en los sectores hotelero y hostelero de la Comunitat Valenciana. Mientras que la patronal hotelera de Benidorm Hosbec considera que el Gobierno debería rechazar la eliminación «completa» del peaje por tratarse de la única vía rápida de acceso a los grandes municipios costeros, la Federación de Hostelería de Valencia se muestra convencida de que la liberalización de la autopista es necesaria y beneficiosa para el sector. «Cuantas menos barreras tengan los turistas que nos visitan cada año, mejor. Nosotros apostamos por una liberalización total», explicó Manuel Espinar, presidente la organización, quien recordó que el porcentaje de autovías de pago es mínimo en todo el Estado. Para el representante de la patronal, la gratuidad de esta importante vía de comunicación permitirá aumentar el gasto de los turistas, que «invertirán su dinero en hostelería y hoteles, que es lo que nos beneficia».

En una posición diametralmente contraria se sitúa la Federación Hotelera de la Comunitat Valenciana. «Consideramos que hasta ahora, el pago por la circulación en la AP-7 no ha supuesto un impedimento para el crecimiento del turismo, solo hace falta fijarse en lo que ocurre en Cataluña, es la región más visitada y hay que pagar en todas sus vías», asegura su presidente, Luis Martín para quien la decisión del Gobierno de liberalizar la autopista parece más una «cortina de humo que una solución real para evitar que se tomen otras decisiones que afectan de pleno a la población valenciana. Medidas como esta nos parecen superfluas», aclara.

El representante de la patronal hotelera defiende que desde el punto de vista turístico no se ha demostrado que las autopistas de peaje constituyan «un dique» para los ciudadanos a la hora de viajar. Igualmente, asegura que no se ha realizado un estudio de impacto de esta medida sobre el sector. «Si acudieran un millón más de turistas a la Comunitat, sería una excelente decisión pero no es seguro que vaya a ocurrir». Para Martí, la gratuidad solo es factible cuando las finanzas del estado lo permitan. «A mí, como ciudadano, me gustaría no pagar, pero hacer pública la AP-7 no solucionará los problemas de todos los valencianos», concluye.

Pese a las diferencias entre el sector hostelero y el hotelero, ambas organizaciones coinciden en que el conocido como tren de la Costa «es una infraestructura vital» para la conexión de las dos marinas».