La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) reveló ayer en un informe cómo en los primeros seis meses de este año se han producido 819 incidentes graves o muy graves en la prisión de Picassent, entre cuatro y cinco episodios diarios.

La mayoría de las cárceles de España tiene una estructura mucho más moderna que la de Picassent. «Esta prisión esta constituida por dos centros en uno que se unificaron en 2002. Esto significa que son dos unidades separadas lo que plantea problemas a la hora de trasladar a los presos de una parte de otra del recinto», explicó ayer el portavoz de Acaip, quien, además, lamentó el estado de las infraestructuras del centro. «La calidad de construcción es ínfima. El pavimento del suelo se levanta, hay goteras, fugas de agua. Las sillas ya no tienen 7 vidas como los gatos sino que tienen 12, se arreglan de trozos de otras», relató.

Las obras que se están realizando en cuatro de los módulos del centro penitenciario también se han convertido en un grave problema: se trasladó a unos 200 reos a otras cárceles, pero otros 200 más fueron redistribuidos en otras dependencias del centro lo que ha provocado el colapso de éstas.

El documento presentado por la organización muestra que durante el primer semestre se han producido nueve agresiones o intentos de agresión a funcionarios con lesiones de gravedad como el ocurrido el pasado mes de febrero donde una reclusa empujó a una enfermera y le propinó un puñetazo al jefe de Servicios.

En el mismo periodo, se registraron 111 amenazas graves a trabajadores -doce menos que el pasado año- y también se produjo un descenso de las agresiones entre internos siendo 60 hasta el pasado mes de junio así como en las intoxicaciones por drogas, que en 2015 fueron 61 frente a 32 este año.

El aumento más notable se produjo en los reclusos que realizaron huelga de hambre que fueron 9 en comparación con los 3 del pasado año en este mismo periodo. Del mismo modo que se produjeron 4 quebrantamientos de condena más que en 2015 ya que los reos no regresaron de permiso al centro.

Menos funcionarios

«En 2007 éramos unos 1.100 empleados, sin embargo, ahora mismo superamos ligeramente los 900», señalaron desde Acaip. También indicaron que ahora hay un solo funcionario que se encarga de una media de 100 personas.

«Los internos notan que donde debería haber dos personas vigilando ahora solo hay una y lo aprovechan», explicó el portavoz de la organización. «Tampoco tenemos ninguna herramienta para intervenir si ocurre algo. La administración lo único que hace es ofrecer cursos de defensa personal a los que debemos acudir en nuestro tiempo libre y cuyo desplazamiento tenemos que costearnos nosotros», aseveró.