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Entrevista

José Antonio Vega Marcera: "Cuando asesoras a fuerzas armadas ajenas no siempre te hacen caso"

El coronel Vega regresó hace unos días a Valencia tras permanecer ocho meses en el país africano

José Antonio Vega Marcera: "Cuando asesoras a fuerzas armadas ajenas no siempre te hacen caso"

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Natural de Quart de Poblet y con experiencia en operaciones internacionales de carácter miliar, José Antonio Vega se trasladó durante ocho meses a Mali como 2º Jefe de la Misión de entrenamiento de la Unión Europea en el país africano para asesorar a las Fuerzas Armadas de este país.

Era uno de los mandos más importantes en la misión, ¿cuál era su función?

Como segundo jefe, fundamentalmente, lo que tenía que hacer es dar apoyo. También representaba a mi superior en los distintos actos diplomáticos cuando éste se ausentaba ya que debía viajar a Bruselas para explicar a las autoridades europeas el trabajo que estábamos realizando.

¿Qué supone la presencia europea en el país africano?

Expertos de nuestras academias militares les formaban en derecho humanitario internacional; es decir, así conocían las reglas que deben regir los conflictos. Asimismo les instruíamos en la desactivación de explosivos.

¿Por qué esa ayuda en Mali y no en cualquier otro lugar?

Es un país muy inestable por la presencia de grupos terroristas y por el conflicto que existe en el norte que conlleva una continua violencia étnica. Las Fuerzas Armadas se enfrentan a emboscadas y tienen que hacer «checkpoints» para defender sus campamentos. Por eso, nuestra formación va dedicada a que puedan hacer frente a estas situaciones, aunque cuando asesoras a fuerzas armadas ajenas no siempre te hacen caso.

Ocho meses en un nuevo lugar significa lugares, personas y momentos, ¿cuál fue el más emotivo?

Si tengo que elegir uno me quedo con el ataque a la base militar de la Unión Europea en Mali [en marzo]. Una persona abrió fuego desde el exterior del cuartel, nuestros guardias lo abatieron y por si había más atacantes, apagamos las luces, oscurecimos las ventanas. Mantuvimos una actitud de protección durante al menos dos horas y a partir de ahí redujimos el nivel de alarma. Fui el encargado de gestionar este incidente y debo insistir en que todo el personal se comportó de manera muy profesional.

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