El viaje oficial a Atapuerca encabezado por el alcalde de Tavernes de la Valldigna, Jordi Juan, el pasado mes de julio no le saldrá gratis políticamente hablando al también diputado autonómico de Compromís. La coalición descarta exigirle públicamente responsabilidades, pero lo ocurrido no ha pasado desapercibido por una coalición que quiere a toda costa evitar grietas en su lucha por la regeneración política.

La actuación de Jordi Juan, que viajó a Burgos acompañado de dos ediles y de sus respectivas familias y que pasó gastos del viaje al ayuntamiento que luego ha asumido de su bolsillo, no ha gustado a la formación naranja. El asunto estuvo ayer en boca de muchos de los miembros de la ejecutiva, que, de forma informal, analizaron lo ocurrido y contactaron con el protagonista para que se explicara. La conclusión, según varios miembros tanto del Bloc como de Iniciativa, consultados por este diario es que como mínimo Juan ha pecado de imprudente, ya que piensan que los cargos públicos, especialmente, los alcaldes, deben ser escrupulosos con los gastos que pasan al ayuntamiento.

Con todo, las fuentes consultadas descartan, tras las aclaraciones del alcalde, que el asunto revista gravedad, por lo que no está previsto que se le pediría públicamente la asunción de responsabilidades. «El toque de atención ya lo tiene, y partir de ahora tendrá que ser más escrupuloso en lo que haga», indicó a este diario un destacado dirigente de Compromís.

La polémica ha pillado a prácticamente toda la ejecutiva de Compromís de vacaciones, entre ellos a la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, a quien el PP exige que se pronuncie sobre si le parece «ético y estético» el viaje institucional de Juan a Atapuerca. El alcalde viajó con el coche oficial y fue multado a la vuelta por exceso de velocidad.

El PP ha anunciado que irá a la fiscalía al entender que puede existir un delito de «suplantación de identidad» porque el ayuntamiento dio los datos de otro regidor de Tavernes al tramitar el pago de la sanción. El alcalde, sin embargo, considera ridícula la acusación del PP, ya que, según explicó, esta multa de Tráfico no exige identificar al conductor porque no implica pérdida de puntos. Insistió en que se dio el DNI del concejal que estaba de guardia y que es normal que esta sanciones se tramiten con la identificación de un funcionario.

Una vez el PP denunció que el consistorio había costeado la multa, Juan repuso el dinero. Lo mismo ocurrió con la dieta por kilometraje que el alcalde cargó al ayuntamiento y devolvió después. Con todo, lo que más ha chirriado en Compromís es que viajaran con las parejas y la nutrida comitiva (tres ediles y un asesor de diputación). Supuso una factura de tres habitaciones (una triple, una doble y una individual) que llegó al ayuntamiento, aunque fue rechazada según Juan por instrucción suya.

«Hay que tener mucho cuidado con estas cosas y es mejor ser prudente, porque una factura te puede arruinar políticamente. Tenemos el foco puesto», reflexionaba otro destacado responsable del Bloc, partido en el que milita Juan.

Pero el diputado autonómico también recibió numerosas muestras de apoyo, sobre todo de los militantes de su comarca donde el dirigente local goza de gran predicamento. Hace dos legislaturas, el joven dirigente nacionalista (tiene 33 años) se convirtió en la joya de la Corona ya que consiguió una importante mayoría absoluta en Tavernes de la Valldigna, un municipio donde repitió éxito en las últimas municipales. En las listas autonómicas logró hueco y escaño en las Corts. Jordi Juan, que cuenta a sus espaldas con un brillante currículum (es licenciado en matemáticas y tiene varios premios académicos) formaba parte hasta poco de la ejecutiva nacional de Compromís. Dimitió por discrepancias con la dirección de su partido respecto al pacto electoral con Podemos. De hecho, el diputado es muy crítico con la alianza con los podemistas.