Un toro con bombillas sustituyendo al tradicional fuego en las fiestas de Los Fayos, en Zaragoza, ha suscitado, una vez más, la polémica sobre el futuro del «bou embolat» en la Comunitat Valenciana. Sin embargo, esta vez tanto animalistas como taurinos coinciden: el posible uso de luces leds en estos festejos no será positivo.

En este municipio aragonés, de apenas 150 habitantes, por primera vez, los cuernos del toro no portaban las tradicionales bolas de fuego, sino que en su lugar tenían luminarias leds. Al festejo acudieron aficionados a favor de esta iniciativa innovadora y otros que, sin embargo, silbaron en cuanto comprobaron que el animal llevaba atadas bombillas. «De ninguna manera podría suceder algo así en Valencia, este festejo tiene que ser con fuego, así es la tradición y así será. El 'bou embolat' es innegociable», sentenció ayer Vicent Nogueroles, presidente de la Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana.

«Es un ritual que juega con el fuego, es muy valenciano, el 'bou embolat' significa noche, verano. Todos y cada uno de los que nos ponemos delante de un animal en estas condiciones sabemos que nos podemos quemar, un toro es sinónimo de peligro pero jugamos con ese riesgo», añadió Nogueroles.

El partido animalista Pacma tampoco se mostró favorable a la decisión del equipo de gobierno e Los Fayos para las fiestas patronales de este año. «Pasar de la utilización de fuego a luces leds no consideramos sea una evolución. Al fin y al cabo, tanto los toros, que son a los que embolan, como a las vacas y los becerros, que también participan en estos actos, terminan muertos, bien porque caen derrotado o porque son conducidos al matadero después. Estos festejos están manchados de sangre aunque ésta no siempre no se vea y eso es lo que queremos que desaparezca», aseveró Raquel Aguilar, coordinadora de la formación en Valencia.

«Sería una burla»

Algunas de las peñas taurinas consultadas por este periódico confesaron no encontrar «ninguna lógica» a esta iniciativa. «Creo que si algo así ocurriese, sería toda una burla a una tradición centenaria», comentó Vicent Castelló, presidente de la peña taurina L'esquellot de Benifaraig. En la misma línea se pronunció Jose Vicente Lluesma, presidente de la asociación taurina de Massarrojos: «Embolar es un arte, por lo que implantar luces leds no es ninguna solución para embolar a un toro. ¿Alguien se ha planteado que pasaría si se rompen esas luces? Si el toro se los clava a alguien también le hará daño igual que ocurre con las bolas de fuego que llevan», aclaró. Ambos defienden esta prácticade gran tradición en los festejos valencianos pese a la prohibición que impera en las pedanías desde el pasado 30 de junio dictada por el Ayuntamiento de Valencia.

Nogueroles insistió en que «el sufrimiento del toro no viene del fuego» ya que se ha establecido que los anclajes de las bolas se realicen a mayor altura y que «el objetivo de las puas que se colocan en los cuernos es que el toro no reciba daño». Además, los embolarores, según reveló, en los próximos meses tendrán que acudir a unos cursillos que organizará la Federación de Peñas Taurinas en los que mejorarán su técnica.

El presidente de la Unión de Emboladores de la Comunitat Valenciana, Miguel Cabelló, insistió en que «sin fuego no tiene sentido esta tradición. Es un símbolo de liturgia y arte» que conlleva una gran preparación.

Emboladores como Jorge Molina de El Puig también creen que «sería ridículo si en vez de fuego los toros llevaran luces». Otros como José Miguel García, de Massarrojos, encajó la medida con humor: «Ya lo siento por Thomas Edison pero algo así en la ciudad del fuego no puede tener éxito; tal vez en París, que es la ciudad de las luces, pero en Valencia no».