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Entrevista

María Neira: "El cambio climático no es de izquierdas o de derechas, tiene que ver con sobrevivir"

«Los ciudadanos deben entender que la polución guarda relación con el asma y el cáncer para presionar a los políticos e influir en las empresas»

María Neira: "El cambio climático no es de izquierdas o de derechas, tiene que ver con sobrevivir"

¿Qué análisis hace del impacto del medio ambiente en la salud?

El impacto tiene dos vertientes. Una de ellas, muy negativa, son los más de doce millones de muertes ligadas al medio ambiente por la contaminación del aire, la falta de acceso al agua potable o las sustancias químicas. La lectura positiva es que conociendo todo esto se pueden tomar decisiones oportunas y estratégicas para evitar dichas muertes y promover un estilo de vida mucho más saludable. Las políticas deberían ser en cualquier caso de sentido común, de reciclaje. Cada gobierno, cada alcalde, debería pensar en cuáles son esas medidas de desarrollo sostenible que no solo van a tener impacto en la economía sino en la salud de la gente. Deberían analizar qué fuentes de energía se van a fomentar, qué tipo de ciudades van a construir o qué sistema de transporte público se podría poner en marcha para evitar la contaminación.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo con los que nos encontramos hoy en día?

Para algunos países sigue siendo la falta de acceso al agua potable y saneamiento. Tenemos también la contaminación del aire, que es un problema que afecta especialmente a los países desarrollados o en vías de desarrollo donde hay una economía emergente como India, China, Indonesia o África del Sur, con miles de personas que cada vez más se concentran en núcleos urbanos. En este caso tenemos la estimación de que en veinte años el setenta por ciento de la población va a vivir en el centro de las grandes urbes.

¿Qué entiende por ciudad saludable?

Interesante... Para mí una ciudad saludable es donde se puede tener una vida saludable, donde hay zonas verdes y una planificación del tráfico, donde el aire no está contaminado y es respirable. Una ciudad sana es, a mi juicio, un lugar en el que los edificios están pensados para tener un gasto de energía eficiente; es decir, donde no es necesario consumir demasiado aire acondicionado o calefacción. También es una ciudad saludable aquella en la que hay una política de eliminación de residuos sostenible que no obligue a recurrir a sistemas de incineración de basuras que generan una contaminación altísima.

¿Le preocupa el cambio climático?

Sí. Desde la Organización Mundial de la Salud llevamos tiempo advirtiendo de que el cambio climático está afectando a los pilares de nuestra salud. Esto no es una cuestión de cuatro ecologistas visionarios sino una cuestión de cómo afecta a nuestra salud. Con el calentamiento global estamos haciendo que en zonas donde se cultivaba ya no se haga, que donde había agua ya no exista y que donde había población ya no haya... Esto significa que si no podemos producir no nos vamos a alimentar, que si hay calentamiento global los mosquitos van a aparecer en lugares donde antes no había y que la gente tenga que desplazarse de forma masiva, por ejemplo, por una gran inundación. No estamos hablando de un problema de osos polares sino de supervivencia de humanos: necesitamos alimentos, agua y techo.

El debate del calentamiento climático parece tener siglas políticas.

Hay gente que cree que esto es un debate de derechas o de izquierdas, algo absurdo. Es una cuestión de desarrollo, de qué tipo de protección queremos para nuestra salud. Tiene que ver con producir alimentos, respirar aire que no nos mate, poder movernos y sobrevivir.

¿Las empresas deben hacer un esfuerzo para evitar la polución ambiental?

Por supuesto. Por eso es tan importante que los ciudadanos entiendan que esto tiene que ver con el asma, el cáncer de pulmón, la neumonía? Si comprenden esto presionarán a los políticos e influirán en las empresas para que desarrollen más investigación para mejorar filtros, combustibles o eliminación de residuos. El sector privado tiene que contribuir de muchas maneras y liderar este movimiento.

¿Qué piensa de las radiaciones ultravioletas?

Es desesperante. Aquí sí podríamos tener una política de prevención primaria clarísima. Se ha avanzado mucho pero todavía hay 60.000 personas que mueren cada año por la exposición ultravioleta. No se entiende que no seamos un poquito más prudentes con la delicia que es ponerse al sol para evitar que nos cause un problema en nuestra salud.

Si le pregunto por el zika, ¿qué me dice?

¿Qué nos recuerda el zika? Pues un problema medioambiental básico, que es la falta de saneamiento. Se trasmite porque hay gente viviendo en zonas sin alcantarillado y donde el mosquito encuentra las condiciones óptimas para crecer. En los lugares donde hay saneamiento la reproducción de ese mosquito no existe. Pero Brasil nos ha recordado que por mucho desarrollo logrado tiene una parte básica sin cubrir. Si con esta alerta se consigue mejorar el saneamiento básico sería el mejor logro de salud pública que Brasil podría aportar, mejor que una investigación avanzadísima.

¿Debemos adoptar medidas preventivas en España contra el zika?

Puede llegar. Hay un calentamiento global. Pero con las condiciones de desarrollo y los sistemas sanitarios actuales no es previsible que haya una epidemia de una de estas plagas. En España no hay ese mosquito porque la gente tiene alcantarillado y no hay agua estancada. Aunque tuviéramos el vector no tendría las condiciones para reproducirse.

¿Cuál es el reto del Sistema Nacional de Salud?

El reto es anticipar, anticipar y anticipar. Ahora mismo estamos respondiendo. Tenemos que aprender a hacer una inversión en prevención primaria para evitar un altísimo porcentaje de enfermedades. Habría que pasar de un inversión en prevención primaria que es de un 3 por ciento, aumentarla. Sería posible, muy posible.

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