Los grupos parlamentarios en las Corts estuvieron a punto de alcanzar un acuerdo antes de verano para eliminar el tope de 5.000 euros al mes que tienen estipulado los diputados a la hora de cobrar otros ingresos ajenos al Parlamento sin renunciar a la exclusividad. Las conversaciones, mantenidas en secreto el pasado mes de junio y en las que participaron todos los partidos políticos, se frustraron, según ha podido saber este diario, porque Podemos se negó a votar a favor. El grupo que lidera Antonio Montiel informó de que no se opondría, pero que tampoco respaldaría la medida. Optaría, advirtió al resto, por la abstención, lo que acabó reventando el posible acuerdo, ya que el resto de partidos abogaba por que el acuerdo fuera unánime.

Los socialistas, que gobiernan en la Generalitat junto con Compromís, temían que el desgaste por una medida impopular recayera sobre ellos y que Podemos saliera indemne cuando entendían era un acuerdo que en futuro podría beneficiar a todos.

Fuentes conocedoras de la negociación precisaron que lo que se pretendía era derogar el acuerdo recogido en el reglamento de las Corts desde hace años, según la cual los diputados que tienen exclusividad sólo pueden recibir al margen de su salario aportaciones por un máximo de 5.000 euros al año. En este concepto, pueden entrar gastos de representación (kilometraje o hospedaje) que puede percibir el diputado de otras entidades, ya sea administración pública o privada, como un partido político.

Así, por ejemplo, los diputados que compaginan su escaño con un cargo de alcalde y mantienen la dedicación exclusiva sólo pueden percibir dietas por asistencia a plenos o comisiones si no exceden el citado tope. También se incluye otro tipo de colaboraciones externas, como, por ejemplo contraprestaciones por publicaciones o por participar en conferencias. A algunos diputados, sobre todo aquellos que tienen cargos locales, este tope se les queda corto y llevan tiempo quejándose.

Sin embargo, la posición de Podemos, que se negó a avalar el pacto, hizo saltar por el aire unas negociaciones que en realidad arrancaron al inicio de la legislatura y que se retomaron en junio de forma reservada.

Ante el desacuerdo, los populares han optado por buscar soluciones por su cuenta y hace unos días los miembros del consejo de dirección registraron su petición ante las Corts para renunciar en bloque a la exclusividad.

Así, los que han dado este paso (siete en total) podrán percibir aportaciones de otras entidades, principalmente del partido, por encima de los 5.000 euros al año autorizados. Cabe apuntar que la exclusividad reporta a cada diputado unos 365 euros más al año, una cantidad a la que le compensa renunciar. Las fuentes del PP consultadas por este diario admitieron que es una forma de recompensar su dedicación al partido dado que, alegan, por sus responsabilidades orgánicas dedican mucho tiempo y no perciben un salario del partido. Añadieron que su decisión, además de legal, supone ir de frente y evitar posibles anomalías y recuerdan que Bonig ha renunciado al coche oficial de las Corts.

En la práctica, con este gesto los populares vienen a legalizar los polémicos sobresueldos que en su día fueron considerados ilegales por parte de las Corts. El PP ha dado el paso después de meditarlo durante mucho tiempo una vez un informe de los servicios jurídicos de las Corts evidenció que los sobresueldos al margen de la nómina oficial que durante años se cobraban en el grupo eran ilegales. El informe, tal como informó Levante-EMV en su día, causó una auténtica conmoción en el grupo ya que dejaba sin suplementos a los diputados.

Imagen poco ejemplar

El famoso talonet (inicialmente opaco al fisco) oscilaba entre 360 euros hasta los 2.500 que llegaron a desembolsarse los miembros del consejo de dirección. Cerrada la puerta, la única salida que le quedaba a los dirigentes del PP con escaño en la Corts era renunciar a la exclusividad para poder cobrar del partido dietas por representación. Sin embargo, la imagen de un grupo con todos sus jefes sin dedicación exclusiva era poco ejemplar y de ahí que aplazaran la decisión en espera de un acuerdo unánime.

Entre los diputados que han renunciado a la exclusividad se encuentra la síndica del grupo y presidenta del PPCV, Isabel Bonig, así como el resto de su equipo con responsabilidades tanto en el grupo como en el partido. Es el caso de Eva Ortiz, José Císcar, Jorge Bellver, Vicente Betoret, Luis Santamaría, Alfredo Castelló y Maria José Català. Rubén Ibáñez no tenía dedicación exclusiva.