Ni los socios de pacto aplaudían ayer las palabras de Mariano Rajoy en el Congreso. El discurso del candidato a presidente del Gobierno no despertó mucho entusiasmo entre los oyentes, tanto los allí presentes como los que, desde Valencia, seguían su intervención. Ese es el caso del presidente de la patronal de los empresarios valencianos Cierval, José Vicente González. «Ha estado en su línea. No creo que intentara convencer a nadie para que le votara. No creo que vaya a haber sorpresa de aquí al viernes», lamentó González en declaraciones a Levante-EMV

«Se van a tener que poner a remar todos juntos para desbloquear esta situación», continuó el presidente de Cierval. En la misma línea se mostró el presidente de la Federación Agroalimentaria y de la Fundación ProAVE, Federico Félix, quien sostiene que «urge la investidura de un Gobierno que ofrezca estabilidad institucional, social, económica y atraiga inversiones de los empresarios». Según Félix, resulta necesario un «Ejecutivo fuerte, sea quien sea, de Rajoy o de otro». En su opinión, «sería un disparate» la celebración de unas nuevas elecciones. Y pidió «responsabilidad» al PSOE.

Un partido, el socialista, que ayer reforzó más aún su ya famoso «no es no». «Ha sido decepcionante e irresponsable, porque ha sido profundamente ideológico o y conservador. Rajoy no está a la altura del momento que vive el país. Su discurso ha sido plano, mediocre, machacón con el pasado», explicó la diputada Ana Botella. «Visto lo rancio de sus palabras, todavía es más 'no'», apostilló. «Veamos que pasa a partir del viernes», indicó en referencia a la propuesta de Ximo Puig de abrir un debate interno en las filas socialistas.

En portavoz de Compromís en el Congreso Joan Baldoví vio en las palabras de Rajoy una intención clara en «ir a votar el día de Navidad». «Ha sido previsible, aburrido, sin alma y expresado con cara de funeral», explicó Baldoví. «A tenor de las reacciones que he visto hoy „por ayer„ entre los diferentes portavoces, la alternativa de Rajoy no es ni viable ni razonable. Ha concitado más rechazo si cabe. Rajoy ha dado ya por perdida la investidura. Solo quiere pasar el mal rato cuanto antes», opinó el portavoz de la formación valencianista.

«Abstraerse no es serio»

Los socios de pacto del Partido Popular para conseguir la investidura, esto es, Ciudadanos, tampoco terminaron muy convencidos con el discurso de Rajoy. «Ha hablado de estabilidad, eso dependerá de si cumple los acuerdos. Ha hablado poco de corrupción. Lo que está claro es que ni él ni su partido son los más adecuados para tratar ese tema», indicó Alexis Marí, síndic del partido naranja en las Corts.

Por su parte, Àngela Ballester, diputada de Podemos en el Congreso, entendió del discurso del candidato que «Rajoy vive en otro país, el suyo, el que no se corresponde con la realidad». «La corrupción solo ha ocupado minuto y medio de su intervención. No hay ninguna determinación para cambiar las cosas, pero ha dedicado media hora a hablar de que no hay alternativa?El viernes nos tendremos que poner a trabajar en ella, visto lo visto», concluyó Ballester.