El corredor mediterráneo tendría que estar funcionando a pleno rendimiento en 2016. Pero a día de hoy, «la manera más rápida de conectar Barcelona y Alicante pasa por ir a Madrid y, desde allí, coger el AVE hasta Alicante», aseguraba el secretario de Infraestructuras y Movilidad de la Generalitat de Catalunya, Ricard Font, tras reunirse con su homólogo de Valencia, Josep Vicent Boira, para crear un «equipo de trabajo» que permita realizar un seguimiento de las obras en el corredor mediterráneo que, a día de hoy, no pueden ofrecer un panorama más desolador.

El tramo Tarragona-Castellbisbal «lleva tres años con las obras paralizadas» aunque el récord lo ostentan las obras del «Vandellós-Tarragona que ya duran diez años» y que el Ministerio de Fomento «sigue retrasando».

Entre Vandellós y Tarragona ni siquiera han comenzado, a pesar de estar adjudicada la implantación del tercer hilo desde 2014. El tramo Valencia y La Encina también está finalizado «pero sigue sin ponerse en marcha» y «la continuidad del corredor mediterráneo entre Elx, Murcia y Almeria sigue siendo una incógnita», lamentaba ayer el secretario autonómico de Obras Públicas, Josep Vicent Boira.

Planificación real

Por eso tanto Font como Boira coincidieron ayer en reclamar al Ministerio de Fomento una «planificación real y conjunta de las obras y proyectos, el cumplimiento de plazos y un coordinador del corredor mediterráneo con una visión global».

Para ambos secretarios autonómicos, «la nula planificación del Ministerio de Fomento es una rémora insoportable para el eje mediteráneo y la fuerza exportadora, económica, turística y portuaria de los territorios es única en el Estado y merece una inversión justa». Boira también lamenta que «los problemas del corredor no se circunscriben solo al ámbito de la obra pública, sino a la gestión y planificación con cuellos de botella, que Fomento sigue sin solucionar».